Una calle cualquiera

Esta calle cualquiera, tiene como cualquier calle, al menos una salida. Desde el punto de vista del observador, esa salida podría ser también una entrada, pero esta calle en particular es diferente. Esta es la calle que me lleva al río. No voy a dar detalles de su localización o nombradía porque la encontré, hace ya unos cuantos años de forma casual, casi secretamente, como suele pasar cuando uno está buscando algo pero en realidad desea encontrar otra cosa. ¿Y a que parte del río me lleva esta calle sobriamente arbolada? A una playa abierta que tiene uno de los panoramas mas asombrosos para ver todo el sur de la ciudad. Desde el tembladeral de edificios nuevos llamado Puerto Madero hasta los barrios periféricos que se hunden bajo la niebla del humo urbano. Es un lugar único, que ha permanecido en soledad durante mucho tiempo y que, vaya a saber porque destino, no ha sido aún vendido, privatizado, loteado o enrejado por el intendente de turno. Un sitio donde el aire puro asombra...