Mi abuela Delia nació en 1894. Un poco antes de cumplir los 100 años decidió escribir sus memorias. Son páginas manuscritas llenas de sutilezas donde su añeja mirada reflexiona sobre su pasado. Cada frase carga una potencia inusual porque son observaciones de una mujer prácticamente analfabeta. El espíritu fue su gran aliado. Aquí la primera parte de sus memorias Quisiera despertar mi mente para llevarla al más alto estado del pensamiento humano. Trataré de hacer un resumen a fin de que mis hijos puedan leer la historia de mi vida mientras estuve en la tierra. A través de mi mente voy recordando lentamente lo que va dictando mi pensamiento. Empezaré así: Cuando tenía diez años mi madre y una tía, Juliana Rolón, me llevaron a un colegio de pupila, el Hermanas de San José. La dueña era la Reverenda Madre Camila Rolón que en ese tiempo ya tenía 33 colegios fundados. Como era parienta de mi abuela y de mi madre, ellas pensaron que que iba a estar bien y no se equivocaron. Pasé una infa...