
la ciudad demolida cocina pan de barro mientras canta melodìas orilleras desde una hendidura en la pared una lagartija mueve su ojo estrábico y le ordena a su lengua atrapar insectos en el aire en la calle el ulular de las patrullas soborna la conciencia de los presos vos dame amparo que yo mantendré nuestra mansedumbre a resguardo del bien y del mal ¿quién se lleva nuestras almas donde no hay luz ni agua ni cloacas y las hace explotar como una bomba de racimo en hanoi? la luna disonante rompe la noche tu cuerpo parece rebotar en el fuego de la patria mientras tanto ahí afuera los incendios saquean el asta del viento libres de todas las astucias, de todas las audacias, de todos los espantos, de todos los abismos, de todas las vigilias, de todos los halagos, libres incluso de nosotros mismos abriremos los párpados de par en par y ante el asombro de los vencidos veremos flamear alta en los cielos el sueño triunfal de la derrota