Ojos que nos ven, corazón que no siente.
¿Por qué las actividades privadas son tan perseguidas por los sistemas represivos vengan del aparato institucional, familiar, mediático o financiero? ¿Por qué somos vigilados a diestra y siniestra? Las redes sociales guardan y preservan nuestras claves de ingreso, el estado mantiene nuestras identidades en padrones siempre al acecho de manipuladores de todo color político, los bancos son un depósito de registros e informaciones cruzadas sobre cualquier ciudadano-a que posea un plástico, las empresas telefónicas y los sistemas de televisión por cable controlan nuestros movimientos y lo hacen saber diariamente con mensajes cotidianos que nos envían de manera personalizada, las cámaras de seguridad ya están ingresando a los baños de algunos restaurantes, el escudo satelital que posee nuestro planeta y que manejan los EEUU, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña esta capacitado para detectar cualquier movimiento de cualquier cosa que irradie calor aunque se esconda a diez metros bajo tierr...