Escribió, cual biólogo animador de palabras guerreras, sobre elefantes, jilgueros, abejas, boas constrictoras, grullas, halcones, caballos, lemures, rayas, perros, gatos, bambis, monos, jaguares, ratones, águilas, cisnes, sin olvidar jamás que el viento sopla las alas de la mariposa y el amor las sostiene, pero también dejó grabado en la memoria popular que solo con arte y mucha imaginación podremos destruir la mierda de esta ciudad, antes que la neutrónica explote y el mundo se quede sin agua.



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