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Ojos que nos ven, corazón que no siente.

¿Por qué las actividades privadas son tan perseguidas por los sistemas represivos vengan del aparato institucional, familiar, mediático o financiero? ¿Por qué somos vigilados a diestra y siniestra? Las redes sociales guardan y preservan nuestras claves de ingreso, el estado mantiene nuestras identidades en padrones siempre al acecho de manipuladores de todo color político, los bancos son un depósito de registros e informaciones cruzadas sobre cualquier ciudadano-a que posea un plástico, las empresas telefónicas y los sistemas de televisión por cable controlan nuestros movimientos y lo hacen saber diariamente con mensajes cotidianos que nos envían de manera personalizada, las cámaras de seguridad ya están ingresando a los baños de algunos restaurantes, el escudo satelital que posee nuestro planeta y que manejan los EEUU, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña esta capacitado para detectar cualquier movimiento de cualquier cosa que irradie calor aunque se esconda a diez metros bajo tierr

La memoria de Borges

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  Es 1984. Borges no espera mi llamado porque no me conoce. Sin embargo el teléfono de la calle Maipú suena, atiende Fanny, su fiel servidora y yo pregunto por él. Creo escuchar sus pasos acercándose _ Si, hola. ¿Quien habla? _ Buenas tardes Borges. Daniel es mi nombre. Estoy llegando a Buenos Aires después de vivir muchos años en Brasil, donde se lo lee y se lo quiere mucho, por eso me atrevo a preguntarle sobre su relación con la literatura de aquel país _Querido amigo, esa relación lamentablemente para mi es francamente nula. No así con la literatura portuguesa, ya que mi apellido es portador de ese origen. He leído a don Luis de Camoes, ese honorable escritor del siglo XVI, autor de Las Lusíadas. Y ya que usted ha tenido la amabilidad de llamarme para traerme el obsequio de la lengua del fado, voy a contarle una infidencia. Yo todos los días recuerdo a Luis de Camoes, dado que un descendiente de él peleó frente mi abuelo, el Coronel Francisco Borges, en una de las batallas

Hoy recuerdo mariposas

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Escondido detrás de un corazón que no ha venido a morir Te escucho respirar como un piedra Que le habla al silencio El pensamiento es un gusano de sed Cuando abre las alas y vuela Se cruza con sus pares en el aire que buscan donde beber. Como dice el poeta: Que maneras más curiosas de recordar tiene uno

Ese puto subsidiado que vive en mi

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No es como mis amigos putos. Es maleducada, sucia, se tira pedos, no se lava los dientes, siempre mal arreglado, concupiscente (deseos o exceso de deseos no gratos a Dios), intolerante, dogmática, mal hablada, incapaz de socializar con nadie, glotón, alcohólica, degenerado…una verdadera plaga. Aunque a veces pienso que tal vez ese puto que vive en mí es apen as mi sombra protectora. Mi ángel guardián. Estoy confuso, como siempre. O confusa. Sepan esperar que mi yo lírico aclare esta trama. Mientras tanto, que la sigan chupando.

Criterio

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Si ellas no hubieran escrito la historia La hubieran escrito los que la escriben siempre Desde esa insoportable cadena nacional de medios Que según sus conveniencias y obligaciones Te llenan la cabeza de noticias Que es una manera de vaciártela Todos los días Si ellas no hubieran escrito su propia historia Si no hubieran creado su propia red de comunicación Hoy seguiríamos pensando como larvas Lo que otros generan desde sus factorías del pensamiento global Diarios, revistas, radios, canales de tv Donde el único poder de fuego es el que manejan ellos Con guantes blancos y no con pañuelos. Si vos no escribís tu historia otro la escribirá por vos Le dará el final que se le antoje Incluso la podrá concluir cuando quiera Según su estado de ánimo y el estado de ánimo del mercado Pensá desde lo personal está cuestión colectiva Mientras ellas siguen marchando en la plaza

pasos en el viento

en la calle  la memoria es un racimo de vida breve y la palabra pura embriaguez desperdicios de sombras que nadie recoge inyectan su dosis letal de melancolía pero llega la noche y todos volvemos a enamorarnos del perfume que trae una oscura canción

El beso que cambió una vida

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Mirando un viejo programa de cable que conducía Silvina Chediek llamado “Letra y música” donde sus invitados eran dos grandes artistas, Sergio Mihanovich y Horacio Molina, escucho que el primero dice en un momento “Gene Tierney fue la más hermosa de todas las actrices de Hollywood” Me costó reconocer el nombre que pronunciaba Sergio y esperé que volviera a nombrarla. Su misteriosa belleza y esta historia que ahora les cuento me impactaron mucho: Corría 1943. Una noche Gene Tierney acudió a una cantina que era el lugar de reunión donde las estrellas de Hollywood recolectaban fondos para la guerra contra los nazis. En la entrada del bar la abrazó una fanática de sus películas y le estampó un beso en cada mejilla. Gene estaba embarazada y regresó a Kansas, a la base militar donde estaba destinado su esposo, el futuro modisto Oleg Cassini. La actriz pasó varios meses buscando un nombre para su bebé; si era hombre lo llamaría Toni. Como fue mujer la llamó Daria, igual que la bisabuela

Los otros y la noche

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Uno crece, sentencia su paso por la vida dejando huellas, huellitas y huellotas que despuès se van imprimiendo en la propia cara de uno, uno se desliza en territorios muchas veces hostiles, otras veces amorosos, siempre pasajeros, nunca definitivos, uno busca lleno de esperanzas, uno se junta con otros, siempre es otro, siempre es uno y sus circunstancias, siempre es el que se fue y el que vendrà, uno meta que sueña y otro sueña en la meta. Uno es aquel que todavía sonríe desde el alba y aprendió a refugiarse en la noche cuando llegan los otros.

Los caballos azules

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¿Quieren que les diga? Pienso mucho en aquellas personas que quise o amé y que ya no están. Y sobretodo pienso en como habrá sido el último suspiro de cada uno de ellos, esa fogata azul, ese psique, esa sombra, esa percepción final donde dejamos una fuente de luz para entrar en otra, esa sombra que le extiende su mano a otra sombra, sabiendo ambas que no son reales. Esa predicción, esa postdictadura del alma. Esos caballos azules que vienen a cuidarnos de las otras muertes y de los otros dioses. Esa orgía de uno mismo con todo lo demás Esa nada Ojalá alguien también piense en mi cuando ya no esté. Será como sentirme en el cielo
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Me muevo en lugares peligrosos, habito ámbitos oscuros, llenos de chorros, putas, gente de poca monta y ortibas lenguaraces que venden rifas donde el premio es una encamada con la muerte.   El sol es una orgía de sombras y el mejor recuerdo que tengo es una rata desafiando a un curda a las tres de la mañana en la equina de Moreno y San José. El curda era yo  Pero no me quejo. Mi bronca es otra cosa. Mi bronca es no poder vivir de la música, no saber escribir mejor, un poco mas despacio y no todo de corrido. Pensar, amasar las palabras como se debe, porque la palabra es pan, el pan nuestro de cada día, pan que el fuego asó en el horno de barro de tu cuerpo que no para de pestañear las migas del sueño de lo que nunca seremos.   Vos tampoco te quejás.  Tu espíritu se hunde en la hoguera y alimentás la hoguera con tu espíritu.   Porque hay que meterse en el subte todos los días a las cuatro de la tarde.   Algo te devora, algo te corroe, picos de mugre, siestas de chirridos y frenada

Del buen amor y otras desdichas

Escribo en el mar las claves de esta canción Que nadie podrá soñar sin antes conocer La sinuosa quietud de su melodía Envolvente como el humo encharcado del río Algo muy cercano a una partitura de sal La tribu baila la plegaria de la lluvia Sedientos tambores se apagan Y sus cuerpos enlazan caminos secretos No vayas a buscarlos Ellos vendrán por ti El coraje se origina en el miedo, esa es tu suerte Un salto en combustión con el habla Una estaca de madera clavada en el pecho del dolor Yo le pido a tu recuerdo que deje de olvidarme Es un asunto que tenemos pendiente Será cuestión de esperar que amaine Las tormentas aquí ya no dejan secuelas Salvo dos o tres cosechas perdidas Y una pigmentación un poco más oscura en el agua Al costado de mi cama Inexplicable La sombra Está ahí todo el tiempo ahí ¿Por qué siempre te escribo en primavera? ¿Por qué esta evocación constante mientras la ciudad avanza? No lo se Mi piel es agua pesada embarrando el corazón de la vered

Malditos poetas

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Malditos sean los poetas allí donde hayan nacido Usurpadores de cuerpos Ególatras del lenguaje Vampiros de la oscuridad o de la luz según el papa de turno Malditos sean por sembrar palabras  en vez de raíces Por entorpecer el trabajo de los recolectores de basura y convertirse en basureros de la memoria Por usar la palabra como pincel y no como martillo Malditos sean Ociosos curanderos de una sociedad enferma que los apaña Promiscuos arquitectos de sociedades secretas individuales La bosta de una vaca muerta es más importante que el mejor de sus versos Solo piensan en crear En blanquear sus huesos con los dolores del mundo En honrar amores no correspondidos crucificando el amor Malditos sean allí donde vegeten sus plaquetas sin sangre Vayan a cantarles a los perros vagabundos Que ellos y no ustedes están verdaderamente solos

Bing band

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Cuando te dividiste en dos Una de vos se quedó en casa Y la otra vino de dividirme a mi Para ayudarte a pintar el techo De la casa donde vive la otra

Oscuri

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No necesito caerme a un pozo para sentir la oscuridad Me alcanza con haber nacido en la bruja tiniebla  Pudiendo llorar barro Prefiero reír lágrimas Soy ramera de la luz Distingo en la oscuridad

Tricota

1) Estuve buscando en las memorias de mi padre algo que explique el origen de mi amor por las palabras. Lo mismo hice con las memorias de mi madre. Junté ambas, las asocié con las mías y noté que en el origen de mi amor por las palabras hay un sonido amplificado de muchas voces impresas en una sola pirámide. Mamá, papá y yo. 2) Pigmento verbal debajo del agua. Peces buscando un tesoro escondido en la arena de una respiración antigua    3) Al sur de mi ceguera está el terraplén de tu mirada escribiendo versos en la oscuridad

Del poema sin poeta

En la heladera quedan medio queso gruyere y Una botella de cerveza No hay marañas ni tramas de hilo en el baño Apenas papel higiénico, dentífrico, un desodorante a bolilla Y una toalla mishiguene Las plantitas fueron regadas Dejo un colchón averiado y una mesita de luz sin luz No le debo nada a nadie salvo la vida a mis padres Que importa la deriva cuando el río es el desierto Mis ropas la pueden quemar, donar, reciclar Mis libros los pueden morder Sepan disculpar mi demora, que nunca es tangible Ya sin recuerdos que traer a mi memoria Es hora de cerrar los ojos y no abrirlos más

La piedra que salvará mi cuello espera que la recojas en el río

En el inmenso atardecer de tu palabra Un signo atribuido al pueblo Recoge su lasciva proyección de hangar incendiado En los cielos del lenguaje. Esquirlas de nubes exilian palomas que abandonan la tierra Vos que nunca abriste la boca en la última inundación Ahora le robás silencio a las anguilas El desprecio del mudo se inclina a tus pies Solo te salvará la piedra Si es que tu cuello puede soportar algún peso todavía Es un escándalo que le hayas robado La dentadura postiza a una anciana Al menos disfrutaste su grito en medio de la nada Porque ya nadie queda en las calles Salvo viejas encapuchadas y pibes sin nombre El reloj da las 8 de la mañana pero son las 10 de la noche Nunca estuvo tan desolado Buenos Aires Como desde la llegada de este mendigo Mal nacido en la esquina de Juncal y Pueyrredón Tan cerca de la cueva de Pasarotus Tan lejos de la villa 11/14 Tu fortuna es semejante a una biblioteca devorada por las ratas Ya nadie sabe donde encontrar un libro Que tenga todas sus páginas
Puedo inventar palabras Aunque no puedo inventar la palabra amor Y eso lejos de constituirse en un impedimento es un aliciente ¿Para qué inventar una palabra inacabada? Es como construir una casa sin chimenea o una bombilla de plástico Prefiero inventar una palabra completa Cuya territorialidad exceda el universo Una palabra sin patria pero con pueblo Que transpire temblor y exude fútbol En cuanto a las letras o al sonido que deban producir sus Vocales y consonantes, me importa un bledo Lo esencial es que antes de acostarme a conciliar el sueño Esa palabra honre la presencia de todos los Fantasmas que habitan la noche con su mera pronunciación La única oscuridad será la que su grafía proyecte Y cualquier luz será insignificante delante de su resplandor Ese es el poder omnipresente, obscenamente carnal Que me permite destrabar el cerrojo inanimado del silencio Soy feliz de poder inventar palabras En la plaza empieza a ocultarse el sol y refresca Escucho estornudar a un tipo cerca Sacó a

Barro

En el medio de la noche  furiosa una estaca de madera clavada en un semáforo De la herida sangran filamentos de una lamparita roja que el viento lleva como señal del diablo En la puerta del bingo una vieja se muere de frío y chilla Detrás de una ventana sin cancel dos tipos cogen casi serenamente Entonces tiro del piolín del cementerio Para que los muertos salgan a la calle a estirar un poco las piernas Es el recreo Es cuando las almas pueden salir a pasear un rato porque los que chillan y Los que cogen son pocos y desorganizados. Yo le pido a tu recuerdo que deje de olvidarme pero se niega Es un asunto que tenemos pendiente hace tiempo y no podemos resolver Será cuestión de esperar que amaine el temporal Las tormentas solares aquí son breves y no dejan secuelas Salvo dos o tres cosechas perdidas Y una pigmentación un poco más oscura en el agua Hay amor ¿Por qué siempre te escribo en primavera? ¿Por qué esta evocación tan cursi mientras la ciudad av

El abrazo del agua

Bajo el cruel sonido de sedientos tambores El fuego reúne a la tribu Que baila la ardiente plegaria de la lluvia en clave de mar Sus cuerpos enlazan caminos ocultos Que nadie podrá conocer Si antes no se deja envolver por el humo de su desoladora melodía

Los vivos y los muertos

http://www.revistabula.com/2680-os-10-melhores-poemas-de-manoel-de-barros/

La belleza

El olor del ser humano es único Su fragancia es extremadamente rara e inspira amor Pero nos especializamos en matar Somos la esencia del perfume de la muerte Y todo para obtener El aroma del lenguaje Ese otro asesino serial que Como el inicio de un viento pelirrojo Intratable, enardecido Nos envuelve en violencia y se transforma en un gran silencio Tan blanco y tan joven a la vez Que emana de su mezcla de fruta podrida y todo lo demás Clausurando la huida La belleza

Delfina

El poeta español Fernando Sabido Sánchez me ha incluido en una asombrosa selección de poetas argentinos de todas las épocas, cosa que agradezco sinceramente, sobretodo al ver mi nombre tan cercano a los de Cesar Tiempo y  Delfina Goldaracena. Delfina tenía 16 años cuando dejó su vida, junto a la de otros  nueve adolescentes, en manos de un conductor que manejaba ebrio en la ruta 11 de Santa Fe aquel aciago 8 de Octubre de 2006. El texto que aquí comparto pertenece a su libro “Tiempo efímero”. Celebremos su memoria en su talento. Me arranco las sombras me arranco lo que fui me arranco el pecho y con él se va el alma saco la tierra mi cara se cubre de polvo mi mano se desvanece como la sangre mis pies se queman como la arena pierdo la mirada y con ella el olfato y mi gracia mi sed se va por los caminos desnudos me arranco el lápiz y con el va mi vida La verdad parece un sueño y el sueño parece verdad de todos modos moriré algún día y se irán las sombras. htt

No soy de cualquier lugar

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Hay lugares mágicos? Claro. Quien no ha conocido uno. Aunque no siempre hemos tenido experiencias mágicas en esos lugares mágicos que hemos conocido. Cada criatura sobre la tierra sabe definir para sí que es la magia. Intuir donde empieza, cuando termina o que características debe poseer para definirla como tal es una tarea que no se ajusta a ningún dogma en particular. Libros mágicos, mujeres mágicas, instantes mágicos. La magia como tal, como instrumento de lo imposible, no hace desaparecer, hace aparecer, torna visible y ese es uno de sus secretos mas preciados. ¿Donde aprendí esto?  En un lugar màgico donde tuve experiencias màgicas. La enorme sencillez de lo oculto. El tremendo poder de la visión y del horizonte cero

De frente y de perfil

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Estampado en un trazo que se disolvió en el tiempo, sigo pensando en la oscura fidelidad que todos tenemos con el recuerdo. Sin embargo, es el instante (siempre inestable, siempre opaco en su rubor) quien nos hace partícipes de la gran aventura del saber. Conozco al del retrato pero más conozco al tipo que atraviesa ese humedal sin ningún otro atributo que su propia incertidumbre, esto es, su mayor certeza. Retrato: Eduardo "Boyo" Quintana, Alberto Cedròn. Florianópolis, 1982
La tierra es para nosotros un lugar donde hemos de vivir, donde hemos de resignarnos a ver, oír y hasta obrar, ¡por Dios!; respirar hipopótamo muerto, por así decir, y no ser contaminados. Y allí, ¿no lo ven ustedes?, entra en juego nuestra fuerza, la confianza en nuestra capacidad para abrir un modesto agujero donde esconder lo esencial, nuestra potencia de devoción, no para uno mismo, sino para un trabajo oscuro y aplastante; y eso es bastante difícil. Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas)

Blues industrial

De oráculos e interrogadores

Canción?

Y de repente en medio de la noche galopa sin patria El poema Aroma de estambres frescos Que agita mi voluntad Sin tu voluntad Ahí donde respira lo inexplicable Tu andar, tu radar adentro mío pero no de amor Se envuelve Melodía todo el tiempo Sombra esperando la llegada de esa impaciente luz Que apenas alumbra esa otra luz que ya se fue 

El camino del dolor

Adormecer sin amordazar El óxido opera la pinza Y extrae el diente del perro de la noche El paciente y el cirujano se contraen Bailando sin moverse El dolor ha dejado de ser una amenaza Antisépticos de nafta desteñida En hermosos e inesperados ácidos de hierbas Sustituyen  la malva, el alquitrán y la codeína No nos podemos quejar El campo está minado de Farmacitys Explotan por el aire restos de ensoñaciones taciturnas Mutiladas por el plasma de la visión de un ojo Que ya no ve, ni siente, ni percibe la niebla Cuerpos deambulan anestesiados La tarjeta Sube por la ranura define la grieta Nadie estornuda sin llevarse antes a la boca un pedazo de carilina Nadie tose Nadie saluda Nadie se muere Estamos al borde de la tan deseada eternidad Ya somos un solo cuerpo desocupado Sin espacio, sin tiempo, sin voz.  

Casi el silencio

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Uno es la voz de uno Pero quien nos escucha no escucha nuestra voz Escucha nuestras palabras Y entonces se pierde en el laberinto Mientras nuestra voz intenta captar Otro emisor a quien decirle Lo humano del viento sin hojas Del gran amor despojado, inanimado Que vino a desmorirse en nuestros brazos Como si un par de sandalias quemadas Ardiendo en el vacío del creador Fuera un remolino que anuncia Casi el silencio     Ilustración: Zdzisław Beksínski (24 de Febrero 1929, Sanok, Polonia – 21 de Febrero de 2005, Varsovia, Polonia), renombrado pintor, fotografo y escultor polaco.
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La imagen de Kim Phuc, aquella niña vietnamita corriendo con su espalda quemada por el fuego del napalm, un bebe en brazos de su madre que corre en una calle en llamas de Jerusalem, niños destrozados dentro de un ómnibus en Bosnia o en  Buenos Aires. Hombres, mujeres y niños quemados pero sobre todo niños Fahrenheit?  Palestina? Quemaduras graves ante nuestros ojos ciegos Húmedos ojos secos, vendados Me da igual

Loop del mar

Se que están ahí, al acecho, mutando, vigilando, metiéndose en mi vida. Duendes, ángeles, vampiros, luces malas, brujas, demonios. Lo inexplicable. Una factoría de fantasmas atravesando planos inclinados, desintegrándose como arroz en la leche. Meten la cola, huelen a azufre, llevan chiva, cuernos, tienen mirada espectral, aliados, confabuladores. Pero nada de eso me importa Si tu magia me envuelve Nada de eso me aterra Si tu andar es adentro mío Y no es amor mi cariño, ni deseo Es algo así como el loop del mar Una sensación agazapada De que juntos somos melodía Todo el tiempo

Un libro en la arena

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Soñar y leer son actividades secretas. Febriles de conspiradora intimidad si pensamos que, al velar nuestros sueños y sus textos, reflejamos la mirada del otro dentro de nosotros mismos, para que nosotros, al fin, podamos ser aquello que nunca fuimos, escritura del sueño.  Fin de tarde en las fronteras de la nada. Todo abandono en la hendidura ciega los ojos abiertos del desvelado tipo de grafía evaporada por palabras antiguas, nuevas, donde se alimenta de promiscua fe el pensamiento, que al escribir o al leer cosifica en el barro su retina impertinente como cerdo en el chiquero. Y no estoy hablando de carnicerías ni de guerras mundiales. Sobre eso hinca el diente Jayro  en su libro "E assim que os dìas passam", edición que el autor ilustró, cual mascarón de proa de su odisea. El desierto es un mar de silencio, un himno a la memoria, el fruto carnal entre objeto y objetivo. Dice por ahì el bolero "Quizás, quizás, quizás" Estás perdiendo el tiempo pensando

Alambras

En lo más profundo de tus aguas o desde la nube más rastrera Te escucho respirar En silencio Tierra, no eres cementerio de nadie Piedra oscura, palabra tibia y polar Aquello que no ha venido a morir Y ni siquiera ha venido a nacer Ondula como inquebrantable combustión villera Detrás de cada corazón como un incendio de sombras Porque no tiene otro lugar

El estilo es el caos o cuando las lenguas se atraen

Y de repente en el medio de la noche algo se movió Al costado de mi cama Una enorme araña Salvaje, unitaria,  rumiando humedad tóxica                                                        El poema Es la conjura que pone en funcionamiento El sistema operativo de ese visor-trinchera llamado Web Válvula o  tubo de vacío Que permite realizar operaciones de coma flotante En cualquier caos Y con cualquier programador instalado en el chip Mueca de tu boca ausente Impresa en esa anónima enciclopedia sin palabras Disuelta en la lluvia Mientras vos dormís abrazada a una nube Vapores humanos Envilecidos por trémula jauría despelleja cuerpos Que se desangran quemándose en una fe poética invencible La vida es un aroma que perfuma con su rosa mortal nuestro festín De cada pétalo una huella En cada estambre un destino Con cada  lluvia sombra fresca Tú eres esa impía rosa Déjala crecer y secar, volver a crecer y volverse a secar Mientras respires Y

La nada y lo nadie

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Trabajar en un medio de comunicación sobretodo en estos tiempos es una tarea difusa y elijo esta palabra no casualmente. Lo difuso siempre es relativo sin embargo un difusor no siempre lo es. Ancho, dilatado, extenso y poco preciso, dice la real academia sobre lo difuso. En cambio difundir (que tiene la misma raíz) . extender, esparcir, o propagar. Siempre pensé que el arte, en sus mas variadas manifestaciones, está más vinculado con el "como" que con el "que". Por eso no importa que Hamlet hable con el espíritu de su padre o que Emma Zunz quiera vengar el asesinato de éste ni siquiera los horrendos crímenes de Elizabeth Báthori son importantes, sino la prosa irredenta de Alejandra Pizarnik, sus mordazas líricas, su dramaturgia rota, célebre ya en el mundo todo. Lo que intento decir, lejos de ser una verdad, es una posición estética, luego ideológica. Los conductores de radio somos una raza poco sociable. No queremos demasiadas señales del mundo expositor per

Blues al viento

Silla

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Escribo este poema sentado, como siempre. Estar de pié me conecta a todo lo humano y eso me cansa De la pared reptil aparece una mancha oleosa Parece una palabra escrita con savia Puedo verla, untuosa, desvariada Urdir las tramas del olvido y la memoria. Mi silla carpintera tiene letras sencillas Su madera es a mis años lo que una boleta de luz A este insensato velador. Una vez debí usarla para trabar una puerta Y en otra oportunidad apoyé sobre ella Un traje que no era mio. Escribo este poema como siempre, sentado Las cosas que se hacen de pié No merecen tanta suerte.

Plano y secuencia final

Pedacito de radio

Afanes

El tipo deja la radio como quien se mete en la noche pero antes saluda a un compañero, un compinche, un hacedor de sueños que amablemente, cada madrugada, inventamos y compartimos juntos. ¿Que significan estos movimientos alrededor de algo que no se ve pero se escucha? Nada que no sea un poco mas de vida, en este caso, transformada en radio. Y de la buena. Eh, pero que tupè che! Y sí, no es en balde tanto rodaje que puede ser medido en años, en horas, en palabras o en música. El cumpa tiene nombre y apellido. Se llama Gonzalo Maria y nació en Villa Angela, Chaco. Es el responsable de poner en el aire  nuestro programa que se emite por la Amplitud Modulada 530 de Radio Madre y va de lunes a viernes de 00 a 02 Siempre nos despedimos con un apretón de manos y a veces, cuando nos tocan feriados largos o vacaciones, con un abrazo. Vivimos en la República Argentina. La vida nos lleva y nos trae. Todavía cantamos  

Motivo para el Chacho Vázquez

Blues al corte

Vigencia y pasión de una lucha sin tiempo

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Madres de Plaza de Mayo, amorosamente revolucionarias Mezcla rara de fuerzas que nunca se juntan salvo cuando algo más allá de las prédicas o de las circunstancias las hace juntar. Alquimia del ser en combustión total donde pasión, locura, templanza y ética se complementan dando un salto hacia algo nuevo, fértil, nunca antes experimentado. Siempre habrá algún ingenuo o algunos incrédulos que piensen que lo que digo es una exageración. Y si, las Madres exageraron. Rompieron el molde de lo establecido permitiéndose avanzar siempre, enfrentar uno a uno y cuerpo a cuerpo todos los desafíos que se le presentaron y soslayar cualquier invitación al desasosiego, la pena o el desamor. Por suerte mi anecdotario con ellas es breve pero enriquecedor. Pude acompañarlas casi cotidianamente en estos los últimos diez años por mi relación con las revistas que ellas han publicado, por mi actividad en la frecuencia de Am 530 Radio Madre, pero sobretodo, vivenciando en cada uno de los jueve
Quién inventó la noche?

Una teoría sobre las aguas oscuras

Es hora de navegar tu oleaje y entibiar los papeles que sopla el viento El mar de la sed rompe fetal en la playa, vigila su lento despertar sobre la arena caliente Ella no deja de sonreir Vuelve mojada a su cueva. La recibe el Dios Cangrejo Sangre joven si, en la yugular de la relva del sol. Aquí en el barrio doña Graciana barre la vereda Ya no hay polvo que pueda sacudir esta mujer atea y ciega como la vizcacha Entonces se sienta en la puerta con el mate en la mano y la pava en el piso Mira las corrientes de aire que son como amebas revolutivas desatando breves brisas que le dejen en la cara el sabor oscuro del agua y del mar. Al fin yo, espectador de todo este prodigio dejo que la cloaca de la historia se lleve toda la mierda a su destino final y me quedo jugando con ellas que no paran de reir.

De psicópatas y psicopatas

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Servicio de emergencia para detectar psicópatas y psicopatas en estado post-larval. Atended, no son peligrosos pero son muchos y muchas Una psicópata nunca te mira a los ojos salvo cuando quiere manifestarte cuanto te odia Un psicopata solo te mira a los ojos para decirte lo importante que eres para él Una psicópata solo escucha música para abstraerse del silencio Un psicopata se abstrae del silencio escuchando música Una psicópata husmea los calzoncillos de quien dice querer Un psicopata husmea lo que dice querer en calzoncillos Una psicópata no soporta vivir en el lugar adonde vive Un psicopata soporta vivir en cualquier lugar menos en el lugar adonde vive Una psicópata no come cuando tiene hambre, come cuando tiene ganas Un psicopata también Una psicópata obra pero no desea Un psicopata desea pero no obra Una psicópata literalmente se caga en tu mano de obra laboral Un psicopata se caga literalmente en tu mano Ambos viven entre nosotros desde hace tiempo y fueron

Redentores

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La edad del cielo es la edad de la razón lo dicen las coplas los besos y un manuscrito alado en una botella de ron. Madre soltera busca hijo en dulce espera mientras cruza el asfalto azul a su manera. Llevo en mi corazón la bendición de un cura mallorquín y en el alma caricias de una pomba gira que cuando más cierro los ojos más me mira. Memoria de las piedras humeantes, cruz de un barco carguero que trajo a mi abuelo en zapatillas y en cuero. No busco nada salvo el goce de sentir como envilece la nada bajo el ombligo de mi amada. Redentores en las nubes haraganean milagros los ves? Quedémonos en la cama un rato más y brindemos por este mañana que nunca llega gracias a dios porque el tiempo es anzuelo y la muerte carnada también para vos. No me crees?, vení pa cá tomate un join, fumate un te. Y si cambiaras esta risa por una pena de sol? y fuéramos juntos a conocer el Iberá? al menos haríamos patria, eso también es verdá.

Vulgata rea

Soy como todos ustedes portador sano de un trágico final Que  no es la eternidad Ni el resto de ese amanecer sin yo Sino otra inmensa y vana candidez Licuada por el barro de los sueños que Borges, el forastero En su alado aljibe Abrevió Me voy a comer tu cáncer cuando seas negra Dijo otro que tampoco hablaba con la boca llena Poseído por ese amor que solo conocen las bestias Antes de ser sacrificadas en nombre de la fe Alguien tiene sed? Que beba pero no de mi canto Alguien tiene frío? Que se cubra pero no con mi manto Quedándote o yéndote igual deberás desmalezar el camino Respirar con un solo ojo pequeñas verjas Ultimar detalles en la penumbra de cuerpos reencarnados Clamando eso de “la obra es más inteligente que el autor” Surge el coraje del poema cobarde Cuando en el escenario Entre  fantasmas que fluyen como consonancias Avanzas en ángulos convexos Librando la última batalla La del alba sin consuelo La del espacio desiert

Espiritismo

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Atesoro un libro que le pertenecía a mi abuela Delia Galeano, seguidora de Allan Kardec, que sabía leer, escribir y hasta tocar el violín. Dicho libro se llama “La curación por el espíritu” y lo firma Stefan Zweig. El nuevo film del cineasta norteamericano Wes Anderson, El gran hotel Budapest, que inauguró la pasada edición de la Berlinale , intenta capturar la atmósfera y el estilo de las novelas de Stefan Zweig.  Por más que Wes Anderson buscó en los archivos de la Biblioteca del Congreso un hotel donde rodar, no pudo encontrar uno que siguiera en pie desde los años 30. Pero todas las fotos que vio le sirvieron de inspiración para crear su propio Gran Hotel Budapest: una maqueta de casi tres metro de alto que construyó en los estudios Babelsberg de Berlín y así producir una  película para mi, inolvidable. Entré al cine sin saber nada de estas historias pero cuando en el final aparece el  nombre del escritor austríaco muerto en Brasil, me estremecí. Cuando esta noche nuevame

Ensayo de un poeta infiel

Néstor Perlongher: Santa Guasca

Colectivo imaginario

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Pasa la vida, pasa la muerte, pasa la eternidad, pasan los firmamentos pero ella no pasa y vivir sin ella me deja sin palabras disuelto instantáneamente en una tacita de poca fe (mueca de una boca ausente de diéresis) que apenas alcanza para resistir en esta enciclopedia de vacío Pasa el colectivo sobre la avenida con sus vapores humanos envilecidos linchados por trémula jauría de patriotas nauseabundos acechados por sus propios huesos Venceremos! grita el hombre cloaca desde la mierda que agita en su bandera blanca y amarilla blanca en homenaje a los caídos amarilla en honor a la derrota.

Suite oftálmica

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Una válvula o tubo de vacío Permite realizar operaciones de coma flotante En cualquier caos Y con cualquier sistema operativo El poema con jeta Ural Es la conjetura que pone en funcionamiento El sistema operativo de ese visor-trinchera llamado Web Escribir para no beber O beber para no escribir Son una ebriedad de antología Me pareció verte anoche Cerca del bar Melodía Cerré los ojos  llorando No era yo tu companía

Relieve

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Y de repente en el medio de la noche algo se movió Saladero tejido por una araña enorme Al costado de mi cama Un salvaje unitario rumia humedad tóxica                                                            “ La muerte no es el final Es apenas el medio De un todo que no tiene principio ni final Es la pena que el zorzal Anidó sin miedo en su nido Triunfal” Eternos cocineros de nuestro festín diabólico Aceite hirviendo al budín inglés Batimos la clara oscura del huevo de la serpiente Y de repente en el medio de la noche algo se detuvo

No ser fuego y arder

Vino de fecunda  llamarada láctea Que el universo bebe con alevosía Este tinto,  pudiéndose llamar galaxia Prefiere llamarse melodía Frío, calor, verano, invierno Ocio, maleza, alevosía El color de la naturaleza es una paleta de ambrosía Solo tengo vida por delante Y por detrás, más vida todavía No es amanecer errante Amanecer durante el mediodía

Mataderos, frigoríficos y otros autos sacramentales

Anoche entró al restaurante un pibe, tendría 17 años o menos, se hizo servir en una bandeja comida para llevar, le faltaban los dos brazos. Yo comía solo en una mesa y un pensamiento inesperado me sorprendió. ¿Cuándo fue que yo perdí los míos? Coagulé la sombra en un agujero mientras el pibe se colgaba el paquetito con la comida en una especie de minicodo que le salía de uno de sus no brazos, le agradeció a la muchacha servicial del restaurante y se marchó. Lo sabroso del animal muerto que yo seguía masticando era lo sagrado de su voracidad amputada por el hacha del matarife antes del fuego. El cuerpo humano, con sus músculos atrofiados por la palabra y desordenados por el sueño, se atrofia atascándose como un murciélago en un nido de hornero. El vino espía y espera que me reúna con mis amigos. Cada hueso arma la descuartizada media res de mi ser calcinado. La vida es sagrada Y estar vivo es la ruina de esa sacralidad. 

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Morir en Lisboa  a los 47 años No es una nube Ni un pasaje desmemoriado entre el cielo Y la tierra Es silencio traducido al hermético Gas de la palabra Que el lector afantasma, sereno en su andar

Las piernas abiertas de América Latina

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Ni gozo ni sombra Apenas una herida que sangra al compás de la orilla Nunca azul de los cálidos ríos Que inundan de luz la voz que te nombra. Vino, ron, ginebra, tequila, cachaça Se acodan sobre un mostrador amoratado Soporte de fantasías animadas. Humo de marihuana alrededor de la jaula Fuente redentora de la música concreta El cemento es el barro que te excreta A través de una voz rufiana y aduanera. América enamorada Rehén soy de tu sangre liberada Que me entierren en tu cementerio club Será mi canción enarbolada