Camuflado


soy ramera de la oscuridad
una bruja tiniebla de barro
buscando en las memorias de mi padre
me encontré con las memorias de mi madre.
junté ambas, las asocié con las mías y lo que surgió fue el sonido expandido de muchas voces impresas en una sola cara.
mamá, papá y yo.
pigmento verbal buscando un tesoro escondido en la arena antigua de una respiración debajo del agua
peces al sur de mi ceguera
el sombrero que sostienen tus rodillas
moviéndose en zig zag
una rugosa fragancia sombría delante de mi
el terraplén de miradas escribiendo versos percute en la oscuridad
hay un pequeño detalle
tu camisón
la puerta giratoria acecha tan sutil que brota de la nada
en el aire humo de cenizas, neblina sabuesa
y esta carta que nunca escribiré
tu cuerpo hipnótico
ritual oculto
umbral de una piedra
eléctrico fulgor de los amantes
que se balearon al grito de "ustedes no nos matan, nosotros decidimos morir"
ese sol desnutrido, oleoso
estancado en la impaciente oscuridad
resto descabezado de un sueño aturdido
que una bala policial alojó detrás de un párpado gris
este vino envasado en tu soledad, origen de un lugar que no existe
calco ebrio que habita en mi ser insomne
ahora bien, esta bienvenida que me das
esa mano posándose en mi hombro
este prólogo encontrado en el final
reverdecece la piel de los amantes
que vuelven a tomar las calles por asalto
sobre la huella digital del amanecer
una bruja siempre es una presencia disfrazada,
un asfódelo, un acantilado o una piedra
despertarla puede ser letal para nuestro sueño
una vieja caja de zapatos adentro del placard de cedro colorado de la abuela
es lo que busco
ahí adentro la estampa oculta del rostro de la última bruja de aquí
es hora de acariciarle la mano a la noche
abrazarla, mecerla
ella trae música popular
y el pueblo necesita escuchar su voz
Escribo en el mar las claves de esta canción
Que nadie podrá soñar sin antes conocer
La quietud de su melodía
Envolvente cual humo encharcado del río
Algo muy cercano a una partitura de sal
La tribu baila la plegaria de la lluviaSus cuerpos sedientos enlazan caminos secretos
No vayas a buscarlos
Ellos vendrán por ti
El coraje se origina en el miedo, esa es tu suerte
Un salto en combustión con el habla
Una estaca de madera clavada en el pecho del dolor
Yo le pido a tu recuerdo que deje de olvidarme
Es un asunto que tenemos pendiente
Será cuestión de esperar que amaine el temporal
Las tormentas aquí ya no dejan secuelas
Salvo dos o tres cosechas perdidas
Y una pigmentación un poco más oscura en el agua
Al costado de mi cama, inexplicable
La sombra
Está ahí todo el tiempo ahí
¿Por qué siempre te escribo en primavera?
¿Por qué esta evocación constante mientras la ciudad se rompe?
Mi piel embarrando el corazón de la vereda
Escombros donde ya no asoma ni tu huella
Nervio de la noche, las palabras como un gato montés encuentran su guarida cuando acecha el temporal
Ritual del perfume del poema sin poeta


Soñar y leer son actividades secretas. Febriles de conspiradora intimidad si pensamos que, al velar nuestros sueños y sus textos, reflejamos la mirada de otro dentro de nosotros mismos, para que al fin podamos ser aquello que nunca fuimos, o sea, escritura del sueño.

Fin de tarde en las fronteras de la nada. En la hendidura ciega los ojos abiertos del desvelado. Tipo de grafía evaporada por palabras antiguas, nuevas, donde se alimenta con la crujiente fe del pensamiento, que al escribir o al leer, cosifica en el barro su retina impertinente de cerdo en el chiquero.
Y no estoy hablando de carnicerías o guerras mundiales.
El desierto es un mar de silencio, un himno a la memoria, fruto carnal entre objeto y objetivo.
Dice por ahí el bolero "Quizás, quizás, quizás"

Estás perdiendo el tiempo
pensando, pensado
por lo que más tu quieras
hasta cuando, hasta cuando
Y así pasan los días
y yo, desesperando,y tu, tu contestando
quizás, quizás quizás.

Se trata de una canción escrita en 1947 por el cubano Osvaldo Farrés, diez años antes de la carta que Albert Camus le escribe a su amigo German Louis, y meses después de haber recibido el premio Nobel de literatura.

¿Que función cumple el bolero en esta diatriba?

Una acústica encadenada por el rubor que implica pronunciar versos y no sentencias amorosas. La llegada de la naturaleza dinamitando todas las desgracias y así volverse canción.

Ese tal vez sea el secreto de la espera.

No seguir a los antiguos, buscar lo que ellos buscaban.

Bashô escinde el gas de las bibliotecas



Noches de lluvias, la tempestad es un libro abierto en la página de la tempestad.

Un sonido en la arena enamorada.

En la heladera quedan medio queso gruyere y

Una botella de cerveza

No hay marañas ni tramas de hilo en el baño

Apenas papel higiénico, dentífrico, un desodorante a bolilla

Y una toalla mishiguene

Las plantitas fueron regadas

Dejo un colchón averiado y una mesita de luz sin luz

No le debo nada a nadie, solo la vida a mis padres

Que importa la deriva cuando el río es el desierto

Mis ropas se pueden quemar, donar, reciclar

Mis libros los pueden morder

Sepan disculpar mi demora, que nunca es tangible

Ya sin recuerdos que traer

Es hora de cerrar la memoria y no abrirla nunca más



Juan Carlos Prestes fue un militar revolucionario brasilero que en 1924 participó en la insurrección de los tenientes y luchó contra el ejército hasta 1926. Después fue designado secretario general del Partido Comunista y posteriormente encarcelado durante once años (1935-1946).

Yo, prestes a cumplir 62, me pongo a reflexionar sobre el word de mi notebook sabiendo que cualquier movimiento inadecuado de cualquiera de mis pachuchas articulaciones borrará inmediatamente todo lo escrito (me ha pasado infinidad de veces) y yo volveré a maldecir este sistema obsoleto que no guarda automaticamente las cosas, bendeciré al lapiz y al papel pero igual seguiré, obstinadamente, escribiendo sobre este soporte insoportable tratando de amalgamar palabras que puedan expresar el agradeciemiento que siento por estar vivo, a pesar de toda la hijadeputez que nos rodea.

Tiene razón Oliver Sacks, una y otra vez tenemos que repetirnos en el fondo del alma la maravillosa experiencia de la que no has tocado ser protagonistas: la aventura de vivir.

Cada uno de nosotrxs obra de dos autores y autores de una sola obra

Cada uno de nosotrxs portadores de una novedad, de un principio y de un final, pero sobretodo enormes criaturas llenas de coraje, temor, dulzura y descontrol.

Allí donde nos toque vivir, bajo el momento histórico que nos toque actuar, habiendo fecundado la tierra madre y habiendo visto a esa mismísima tierra tragarse a nuestros amigos, a nuestros padres, aprendemos de ese sacrificio moral tornándonos más sabios, menos nimios. Por primera vez las lágrimas duelen.

Y los soles pasan, las lunas crecen y un día nos roza el ala insomne de la libertad para desprendernos el último arnés que nos ataba al cautiverio y ya nada vuelve a ser como era.

Es como si se juntaran dentro de una burbuja todos los trips, todos los hongos, todas las drogas consumidas en una síntesis acuosa pero maleable y estallara de pronto frente a nosotros. Plaff!!

Entonces se encienden los sentidos. Aparece la belleza inexplicable.

Todo tiene una tensión estable.

Pensar es algo mágico.

Una perpetua insurrección

El poder es una mierda

Cría guacha del capitalismo

Lengua que no se habla, brazos amputados que combatieron al fascismo

Lenguaje de los sueños engrasados, solos

Sordos, ciegos, mudos, desiertos

La banca, la misa, los refugiados, la mutación de los mosquitos, la información

El no lugar, la no biografía, el no relato

Esto no tiene salida, líneas de fragmentación arquean sus lazos hacia la caída final

Perros sin olfato no pueden comunicar la presencia del enemigo

6 mangos un boleto para viajar a la boca de la tormenta

45 fales el kilo de naranjas

Pizzerías llenas de grasa neoliberal, esquinas desocupadas

Deberíamos peregrinar una vez al año

Hacia la doble tempestad de unas berenjenas al escabeche

El ministerio de la fe purga la condena de la virgen de la discapacidad

Tehuelches en canoas pungan a la cúpula de la policía financiera

Madres adolescentes drenan en la calle una sustancia vizcosa como pus del espíritu santo

Y en algùn lugar de esta lucha armada

El día vomita restos de tu nombre

Y escupe lo que queda del mio entre los yuyos de una alcantarilla



Esta calle cualquiera, tiene como cualquier calle, al menos una salida. Desde el punto de vista del observador, esa salida podría ser también una entrada, pero esta calle en particular es diferente. Esta es la calle que me lleva al río.

No voy a dar detalles de su localización o nombradía porque la encontré, hace ya unos cuantos años de forma casual, casi secretamente, como suele pasar cuando uno está buscando algo pero en realidad desea encontrar otra cosa.

¿Y a que parte del río me lleva esta calle sobriamente arbolada?

A una playa abierta que tiene uno de los panoramas más asombrosos para ver todo el sur de la ciudad. Desde el tembladeral de edificios nuevos llamado Puerto Madero hasta los barrios periféricos que se hunden bajo la niebla del humo urbano.

Un lugar en soledad que, vaya sabroso destino, no ha sido vendido, privatizado, loteado o enrejado por el intendente de turno.

El aire puro asombra y nos invita a pensar sobre el estado desalmado del alma

Aquí solo se escuchan los pájaros y el viento, me siento en paz

A veces pienso ¿Porqué casi nadie viene aquí?

¿Les provoca desconfianza el hecho de que no haya nada para consumir ni nada que pagar o simplemente desconocen estos recodos del camino?

No soy de leer la borra del café

Apenas, y siempre con vagos resultados, el

Movimiento de las estrellas

Pero ahora he comenzado a detectar

Extrañas señales depositadas en restos de comida

Como si un grito aullara en el plato vacío y

Sin la grasa de los hambientos

Como si los que vomitan violencia a través de sus actos

Fueran enchastrados por sus propias bocas

En el umbral de la mansedumbre

Del otro lado el abismo la cápsula espacial que esconde una turbulencia llamada amor.

Cosas al margen del temperamento mental que persigue sensaciones que uno encuentra como perlas en el momento menos pensado y que te llevan a visitar lugares olvidados, paisajes enredados en la piel.

Yo me distraje, tendría que haber advertido que esto podría pasar.

Son las 4 de la mañana y sigo sin apagar la luz, este azar que se desdibuja escondido me inquieta, estoy metido en la trama de un juego de palabras donde un mar de ácido volcado sobre un túnel y un trapo mojado queriendo borrar una frase escrita en la ventana de un tren, colapsan

Desnuda te parecés a una pintura de Victoria Martín de Campo que se llama Psiquis y Cupido.

Sobre un fondo oscuro con una columna estriada casi en el centro se ve el cuerpo alado de Cupido, desnudo y tendido sobre un lienzo blanco, durmiendo apaciblemente bajo un cortinaje. A la derecha Psiquis, también alada y desnuda, se inclinada hacia el cuerpo de Cupido, alumbrándole con una lámpara a fin de reconocerle y sosteniendo con la otra mano un puñal.

¿Qué quiere borrar? ¿El cosmos de que mente? ¿Qué tipo de amor cultivan estos amantes?

Ella en realidad se dispone a descubrir el aspecto de su marido que le era vedado y prohibido por un oráculo.

Estas piezas flotando en el aire son las que trato de ordenar

No puedo ver tus ojos, el amor no puede venir acá.

Nos tocamos como mutilados empapados por un líquido amniótico desprendido de la placenta de una serpiente de cascabel



Tu frescura ausente le da un marco final al libro de poemas de Sylvia Plath que cierro, no sin antes pensarte por última vez.



No queda nadie ahí afuera, se metieron todos adentro

Adentro de las tormentas de verano

De los ojos rojos

Del bulímico esqueleto del cine dinamarqués

De las experiencias con las palabras

De la estética merodeadora

De los que te expulsan para cuidarte

De los que se inmolan mirando un paisaje

De los que te pagan para mentir

De los que te pagan para decir la verdad

Del sueño territorial

De la metástasis poética

Del infierno musical

De los cadáveres exquisitos

De la noche eterna

De la fe meridiana

Del rock, del tango, del swing

De la paja futbolera

No queda nadie ahí afuera, se metieron todos adentro

De los teatros

De los tablados

De las radios perfumadas

De los cuentos apestados

De las miradas serviles

No queda nadie ahí afuera, se metieron todos adentro

Se entregaron

Se estafaron

Se cuidaron demasiado para no morir de cáncer

Se cuidaron demasiado de no consumir gente tóxica

Y ahora murmuran, desclasifican

Ronronean sobre los pasillos

Blasfeman como traidores

Quisieron proteger sus cuerpos con mantras insidiosos

Plantaron árboles al lado del camino

Escribieron y estropearon palabras amadas

Abrieron libros que nunca terminarán de leer

Porque se volvieron ciegos, ciegas

Buscando una luz que estaba afuera

Congelada como toda luz que no nació para alumbrar ninguna oscuridad

Un irreductible horror vendrá a increparlo todo

Asesinará a un puñado de travestis

Enmarcará lo femenino en cápsulas biodegradables

Y me clavará en el corazón una aguja de coser







En el inmenso atardecer de tu palabra

Un signo atribuido al pueblo

Recoge su lasciva proyección de hangar incendiado

En los cielos del lenguaje.

Esquirlas de nubes exilian palomas que abandonan la tierra

Vos que nunca abriste la boca en la última inundación

Ahora le robás silencio a las anguilas

El desprecio del mudo se inclina a tus pies

Solo te salvará la piedra

Si es que tu cuello puede soportar algún peso todavía

Es un escándalo que le hayas robado

La dentadura postiza a una anciana

Al menos disfrutaste su grito en medio de la nada

Porque ya nadie queda en las calles

Salvo viejas encapuchadas y pibes sin nombre

El reloj da las 8 de la mañana pero son las 10 de la noche

Nunca estuvo tan desolado Buenos Aires

Como desde la llegada de este mendigo

Mal nacido en la esquina de Juncal y Pueyrredón

Tan cerca de la cueva de Pasarotus

Tan lejos de la villa 11/14

Tu fortuna es semejante a una biblioteca devorada por las ratas

Ya nadie sabe dónde encontrar un libro

Que tenga todas sus páginas intactas

Prácticamente no existen

Solo quedan oradores trajeados con Armani

Funcionarios de horrendas secretarias culturales

Y vos, claro

Dispuesto a que cualquiera te saque a pasear por ahí

Siempre y cuando te lleve en auto porque la calle te asfixia.

Ahora que la palabra se vende impresa y clasificada

Ahora, que si no tenés un sope ni llamar al sepulturero podés

Me pedís el teléfono de aquel juglar de Avellaneda

¿Para qué?

¿Si sabès que se mató con la última sequía?

No importa, me decís

En una de esas atiende alguien y nos salvamos los dos

¿Hay cosa mejor que encerrarse en uno mismo y planear el asalto a las imágenes?

tu agua enciende mi fuego, el sol ardiente estropea tu peinado nuevo, la tristeza es un golpe fenomenal de fuerzas demoledoras que se incuban en los medios de comunicación.

Yo te vi salir del subte cuando a mi alrededor explotaban los monumentos y no te refugiaste en la oscuridad, preferiste caminar entre las esquirlas, sabiendo que una de ellas te iba a perforar el pecho, y caíste pero no te quejaste y te volviste a levantar, y viniste por mi a devolverme la esquirla, "poque esta es tuya" dijiste, antes de subirte al micro y volverte a Pacheco

dios mío cuanto quebranto! cuanta leche derramada! ¿cuándo venceremos?

ya vencimos, dice mi abuela, lo que falta es vomitar la derrota:



Tu cuerpo es mediodia en plena noche

se desvanece en el aire como todo lo líquido

es bueno que lo ocultes de Isis

el lado luminoso en vos

que ningún otro hombre vio antes que yo

la nuca de tus labios perforando a las víboras



una trama política donde los fantasmas acechan

los desecho del amor

tengo razones que la lluvia de mañana y el regreso del verano conocen

la chica del camisón tiene un guardapolvos sobre el camisón

no es blanco pero está almidonado con ritmos de diferentes géneros

el lado a tiene rock el lado b chamarritas y boleros

el lado c tangos, cumbia y mucho miles davies

un día la chica del camisón amaneció convertida en una loba urbana

sus colmillos comenzaron a rasgar el guardapolvos

y así salió a la calle, ante el pánico de los hombres pero no de los niños

que jugaban con ella divertidos anagramas escritos sobre su camisón con

extraños lápices, marcadores, y tintas chinas

que ocuparon todo el territorio de su belleza, toda la quietud de su lenguaje

aullidos de palabras como "dretjar in pak! poltoludo! o lachuteturnama!"

invadieron los micrófonos, los portales de internet, los teatros, la ciudad del 234

yo no la conozco, solo la sueño

ayer en un colectivo, hoy sentada en una fuente de Trieste (estaba tan desposeída)

¿Como sabía que era Trieste, si no había ningún cartelito que así lo indicara?

Así son los sueños de urgentes, no necesitan nada más que un soñador

Y ella ¿que soñará? ¿dónde se desplaza cuando viaja sola? ¿que calle la cautiva?

la chica del camisón vive con lo justo

los impuestos, la suba de precios y el alquiler la están ahogando

yo no puedo ayudarla porque en los sueños no se paga el alquiler

y la guita es una herramienta onírica

no se en que año nació pero si que día

y ese es un dato fundamental de la realidad

porque una vez por año le cuento

lo que soñé la noche anterior

Su voz también es parte de esta ciudad. Síntesis y seducción de buenos aires. Por eso me mata verla en la calle, escucharla putear en la calle. Porque amo esta ciudad



Cierto es que ya no hay ciudades en el mundo sino apenas metros cuadrados en continua demolición, sin embargo la calle Guatemala al atardecer es un lugar apacible, singular, un sitio seguro a prueba de garcas, policías y sobretodo pensamientos hostiles

la semilla del mal son los trabajos de mierda y mal pagos

el mal es la falta de laburo

tu voz de trampera negra y la trampa de tu sonrisa son mis amuletos

ah! si pudiera volver a verte

mi corazón en paro cardíaco permanente parpadearía insomne

el punto de impacto del estallido de tu nombre en el mar

disolvente tu imagen sobre el fueguito nieva

un hálito de frío que recorre la lámpara

un rayo de luz, para llegar a su destino

sigue el camino que le tome la menor cantidad de tiempo

¿que hace esa soga ahí, dormida como un cascabel?

ni la historia de la oscuridad es la historia de la noche

ni tus demonios son parte del infierno

pero tu memoria

es parte de la trama del empedrado mi vida

Puedo inventar palabras

Pero no puedo inventar la palabra tinta

¿Para qué inventar una palabra inacabada?

Es como construir una casa sin chimenea o una bombilla de plástico

Prefiero inventar una palabra completa

Cuya territorialidad exceda el universo

Una palabra sin patria pero con viento

Que transpire temblor y exude fútbol

En cuanto a las letras o al sonido que deban producir sus

Vocales y consonantes, me importa un bledo

Lo esencial es que antes de acostarme a conciliar el sueño

Esa palabra honre la presencia de todos los

Fantasmas que habitan la noche con su mera pronunciación

La única oscuridad será la que proyecte su trazo

Y cualquier luz será insignificante delante de su resplandor

Ese poder obscenamente carnal

Me permite destrabar el cerrojo inanimado del silencio

Soy feliz de poder inventar palabras

En la plaza empieza a ocultarse el sol y refresca

Escucho estornudar a un tipo

Sacó a pasear a su perro que mea y caga olfateando el aire

La palabra no aparece pero ya muestra las uñas

Es el conjuro de las mayorías populares capaces de inventar lenguajes enteros

A mi me sobra y me alcanza con una sola palabra

Que surja de una escena de escritorio

Mostrando su admirable capacidad de adaptación entre todas sus hermanas de sangre

Saludando impúdica y triunfal a sus compañeras de clase

Al principio no la reconocerán y le serán esquivas

Soturnas, indiferentes. Siempre pasa.

No es cuestión de tiempo ni de espacio.

Ocupar un lugar en el mundo de las palabras es

Aprender a bramular entre fardos de cosas caídas

Y caminar sin rencor hacia el destino final de las palabras, sepulcro de los libros

Venerable cristalización de una raza desordenada

Hileras de eucaliptos azulados que buscan ponerse de pié sin otro recurso

Que sus propias modulaciones.

Así es el viento

Único como el olor del ser humano

Su fragancia es extremadamente rara e inspira amor

Pero nos especializamos en matar

Somos la esencia del perfume de la muerte

Y todo para obtener

El aroma del lenguaje

Ese otro asesino serial que

Como el inicio de una sudestada pelirroja

Intratable, enardecida

Nos envuelve en violencia y se transforma en un gran silencio

Tan blanco y tan joven a la vez

Emana de su mezcla fruta podrida y todo lo demás

Clausurando la huida

La belleza



“Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo: horas y horas de soledad son el único modo para que se forme algo, que es fuerza, abandono, vicio, libertad, para dar etilo al caos", cito Pier Paolo Passolini porque de repente en el medio de la noche algo se movió

al costado de mi cama

una enorme araña

salvaje, unitaria, rumiando humedad tóxica

el poema es la conjura que pone en funcionamiento

el sistema operativo de ese visor-trinchera llamado

web

válvula o tubo de vacío

permite realizar operaciones de coma flotante en cualquier caos

y con cualquier programador instalado en el chip.

Mueca de tu boca ausente

impresa en esa anónima enciclopedia sin palabras

disuelta en la lluvia que es tu soledad.



Mientras vos dormís abrazada a una nube

Vapores humanos

Envilecidos por trémula jauría despelleja cuerpos

Que se desangran quemándose en una fe poética invencible

La vida es un aroma que perfuma con su rosa mortal nuestro festín

De cada pétalo una huella

En cada estambre un destino

Con cada lluvia sombra venerable y fresca

Eres esa impía rosa

Déjala crecer y secar, volver a crecer y volverse a secar

Mientras respires

No hay ruinas que puedan vengarse

Ni tentación que no deba concretarse

Si es tú voluntad

Aquí en el cielo como allá en la tierra

Y no me dejes partir, y agita los perros de mi memoria

Si aúllo en la noche



Ayer entró al restaurante un pibe.

Tendría 17 años o menos, se hizo servir en una bandeja comida para llevar, le faltaban los dos brazos. Yo comía solo en una mesa y un pensamiento inesperado me sorprendió. ¿Cuándo fue que yo perdí los míos?

Coagulé la sombra en un agujero mientras el pibe se colgaba el paquetito con la comida en una especie de minicodo que le salía de uno de sus no brazos, le agradeció a la muchacha servicial del restaurante y se marchó.

Lo sabroso del animal muerto que yo seguía masticando era lo sagrado de su voracidad amputada por el hacha del matarife antes del fuego.

El cuerpo humano, con sus músculos atrofiados por la palabra y desordenados por el sueño, se atrofia atascándose como un murciélago en un nido de hornero.

El vino espía y espera que me reúna con los amigos.

Cada hueso arma la descuartizada media res de mi ser .

La vida es sagrada, calcinada

Y estar vivo es la ceniza de esa sacralidad.

Obligado a huir de Alemania en 1933 por el relieve del fascismo, Walter Benjamin hizo de París su base, hasta que el estallido de la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas hicieron insostenible su presencia allí.

La Gestapo, alertada del tenor antifascista de sus escritos, solicitó la expatriación de Benjamin en febrero de 1939; el 3 de septiembre de ese año Francia le declaraba la guerra a Alemania y ese mes, los alemanes que residían en Francia fueron internados.

Benjamin fue enviado a un campo de concentración en el pueblo borgoñés de Nevers, pero fue liberado hacia fines de noviembre, gracias a la intercesión de amigos. Regresó provisoriamente a París y a sus investigaciones, permaneciendo allí hasta junio de 1940, cuando debió abandonar la capital francesa, dejando atrás sus preciosos manuscritos al tiempo que las tropas de Hitler rodeaban la ciudad luz.

Cruzó los Pirineos a pie, como inmigrante ilegal, aunque con una visa legal para los Estados Unidos en su pasaporte, en la esperanza de llegar sano y salvo a territorio español. La noche del 26 de septiembre de 1940, en la localidad catalana de Portbou, justo en la frontera española, Benjamin, que había sido detenido por los guardias fronterizos franquistas, fue encontrado muerto en la habitación Nº 4 del segundo piso del Hotel de Francia, una pensión barata.

La mayoría de los comentaristas, si bien no todos, creen que se suicidó bebiendo morfina: como sea que haya sido, dos días más tarde los restos de Walter Benjamin fueron sepultados en el cementerio de Portbou.

A pesar de este trágico final, en general se considera que el Libro de los Pasajes es un encuentro íntimo del caminante que mira una ciudad con profunda simpatía y los destinos desesperados que usurparán esa mirada del candor de la inteligencia y su fuerza suprema, una liturgia poblada de fantasmas sensoriales, un poema inconcluso que jamás nadie escribirá pero en cuyos bocetos respiran los vapores de la insurrección y de la nada.



Uno es la voz de uno

Pero quien nos escucha no escucha nuestra voz

Escucha nuestras palabras

Y entonces se pierde en el laberinto

Mientras nuestra voz intenta captar

Otro emisor a quien decirle

Lo humano del viento sin hojas

Del gran amor despojado, inanimado

Que vino a desmorirse en nuestros brazos

Como si un par de sandalias quemadas

Ardiendo en el vacío del creador

Fuera un remolino que anuncia

Casi en silencio

La imagen de Kim Phuc, aquella niña vietnamita corriendo con su espalda quemada por el fuego del napalm, un bebe en brazos de su madre que corre en una calle en llamas de Jerusalem, niños destrozados dentro de un ómnibus en Bosnia o en Buenos Aires. Hombres, mujeres y niños quemados pero sobre todo niños

Fahrenheit? Palestina?

Quemaduras graves ante nuestros ojos ciegos

Húmedos ojos secos, vendados

Te da igual?

Delfina Goldacarena tenía 16 años cuando dejó su vida, junto a la de otros nueve adolescentes, en manos de un conductor que manejaba borracho en la ruta 11 de Santa Fe, aquel aciago 8 de Octubre de 2006.

El texto pertenece a su libro “Tiempo efímero”.



Me arranco las sombras

me arranco lo que fui

me arranco el pecho y con él se va el alma

saco la tierra

mi cara se cubre de polvo

mi mano se desvanece como la sangre

mis pies se queman como la arena

pierdo la mirada

y con ella el olfato y mi gracia

mi sed se va por los caminos desnudos

me arranco el lápiz

y con el va mi vida

La verdad parece un sueño

y el sueño parece verdad

de todos modos moriré algún día



y se irán las sombras.





Camuflaje



I



“Ballester no podés venir a cada rato a preguntar cosas sobre los viajes porque si no esto se transforma en un quilombo”. La voz de Hebe se abre como un abanico. No vengo por los viajes, le digo. Quiero comentarte esto que encontré. Es la etimología de la palabra lucha y me gustaría decirlo esta tarde en la plaza. Hebe escucha con atención. En el origen de la palabra lucha, el cuerpo, la resistencia y el movimiento, tres de las principales herramientas que forjaron la identidad de Madres, habitan, (en una rara combinación etimológica), un espacio en común. “Está buenísimo esto. Parece mentira como a veces las palabras nos sorprenden.” Un jueves es un día distinto para ellas. En el inicio del atardecer de cada jueves, ellas se reencuentran con sus hijos, en una marcha milenaria y política. Son más de 10 años acompañándolas cotidianamente, observando sus prácticas, mirando cómo actúan, pensando lo que dicen o leyendo lo que escriben. Así aprendí a entender sus férreas convicciones, a respetar la madera de la que están construidos sus ideales. Hoy me toca hablar en la plaza por quinta vez. Viene una senadora a denunciar cuestiones vinculadas con las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, más precisamente la ciudad de San Nicolás. Es la marcha número 2026 de la Asociación Madres de plaza de mayo. No hay lluvia que pueda frenarlas ni sol ardiente que consiga vencerlas. Son un movimiento diferente. Amanecieron un buen día en una apacible cama y cuando se disponían a preparar el mate para el esposo o compañero, tuvieron que salir a pelear en un combate que no habían pedido, ni planificado y mucho menos deseado. A partir de ese nacimiento, toda la historia de un país cambió.

El libro de los viajes es mi tercera colaboración vinculada con la escritura para ellas. La idea, ambiciosa y apasionante, es de Hebe. Escribir la historia de todos los viajes que hicieron las Madres de plaza de mayo al exterior, desde 1978 hasta la actualidad. Usar toda la documentación que ellas conservan en sus archivos y volcar el resultado en dos tomos, de unas 700 páginas cada uno. La tarea es coordinada por Luis Arans y en el equipo está Martín el Monje. Los textos son escritos por nosotros tres. Escanea y milita las computadoras, Juan Ignacio. En el momento de zurcir este borrador ya llevamos diez años de viajes, minuciosa y prolijamente chequeados, transcriptos y redactados.

Ahora estoy preocupado por algunas muertes mal sucedidas. Quiero decir, rodeado de imágenes del pañuelo blanco por todos lados, una muerte imprevista se transforma en un hecho curioso, y cuando ese hecho se multiplica por dos, enciende alarmas ocultas, despierta recelos olvidados. Voy a dar algunos detalles cuando este borrador tome alguna forma y tenga, al menos, una dirección posible encauzada. Por ahora mi cabeza narrativa busca entre decenas de miles de datos, una encrucijada que me lleve a buen puerto. Pero solo despierta anécdotas dormidas, que por el solo hecho de contarlas, exterminarían sin sentido un puñado de páginas que podrían deparar al imaginario lector, buenas mieles.

Violanta aparece en escena. Alguien me dice: “La hija de José Saramago quiere conocer a Hebe”. Es verdad, ella está con su marido. Cuando me acerco su mirada comienza a hablarme antes que su voz: “Es la primera vez que estamos en Buenos Aires y ya nos vamos hacia Córdoba. Queríamos conocer esta plaza y a esa mujer de la que tanto me habló mi padre”. Las Madres ya se habían ido y no la pude consolar.

La temperatura de la marcha de los jueves tiene su propio registro y a veces se acomoda a la sensación térmica del momento político, aunque casi nunca es así, porque es un ritual con características propias. La marcha no espera a nadie, simplemente sucede en un tiempo y en un espacio, decidido por sus protagonistas. Cada detalle tiene un sentido, que no fue elaborado en un taller, en una unidad básica, o en una fábrica de marchas. ¿Por qué caminan en dirección contraria a las agujas del reloj? ¿Qué significa la pirámide? ¿Y el cartel que toman con sus manos? ¿Por qué solo hablan cuando se retira el cartel?

Es lunes y llovió todo el fin de semana. Martín llegó empapado. Lo primero que hacemos en la oficina antes de empezar a trabajar es poner música que tenga que ver con el año que vamos a encarar.

Ahora está sonando Tester de violencia, del flaco Spinetta. No hace falta que diga en que año estamos viajando.

Mi corazón tiene sístole argentina y diástole brasilera. La primera persona que me habló de las Madres de plaza de mayo fue una brasilera, en Florianópolis, allá por noviembre de 1977.

Simone era una negra amorosa que jugaba al voleibol. Cuando nos pusimos de novios empecé a ir a esas canchas vacías de los incorruptibles clubes de barrio en una apasionada Florianópolis setentista para verla jugar.

Eran unos atardeceres nocturnos increíbles. Yo era nadie apenas un gringo exiliado que no había tenido ninguna militancia política, más allá de las marcha del 73 en apoyo a Salvador Allende y algunas reuniones en la escuela secundaria con los pibes de la JP.

“Ontem vi uma foto da tta terra, umas mulheres que deziam procurar a seus filhos” Todavía húmeda, todavía fresca, inyectándole a su mirada una precaución que yo desconocía, sus palabras me quebraron. Eso que ella me estaba diciendo era importante y me lo estaba dando a entender a través de su rotunda mirada.

Pocos días después comencé a escribir algunos artículos en una revista nanica de florianópolis llamada Afinal. La invitación fue de un grupo de periodistas brasileros, entre ellos Eloy Galloti, Sergio "Canga" Rubim, Jurandir Pires y Nelsinho Rolim de Moura.

Las cajas están ordenadas en un depósito muy bien cuidado, a una temperatura estable y controlada. Hay otras en un archivo secreto del que todavía no sabemos demasiado. Las cajas son de cartón o plástico duro. Hay centenas. Al abrir una, inevitablemente algo de polvo salta hacia nuestros ojos. Tal vez no sea polvo y si un temerario pedazo aire sólido, preservado, esperando su oportunidad para soltarse. Tal vez el procedimiento de abrir algo que hace años estaba cerrado no hace sino sacudir la modorra de su olvido. Y hacia allí vamos, porque de ahí venimos, es una ceremonia secreta y hereje.



II



Castelo lo consideraba un prócer y Guido Gorgatti una enciclopedia. Fue dentista de Borges, Alejandra Pizarnik, Paco Urondo, Carlos Gorriarena, Tita Merello, Arturo Puig, Norma Aleandro. Gracias a frecuentar su consultorio pude entrevistar y conocer a Carmen Guzmán, Alfredo Alcón, Alba Solís, Marilina Ross, Mirtha Arlt.

También fue un gran locutor de la radio argentina y un dilecto artesano de ese extraño oficio o arte, que él manejó con sabia fineza, la estomatología.

Ricardo Cánepa habla en un programa de radio con Hebe de Bonafini. “Un día entró Astiz al consultorio con tres tipos más. Le había llegado información de que Paco Urondo se estaba atendiendo conmigo. Y era verdad.

Me puso una pistola en la cabeza y me preguntó si lo conocía. No sé cómo hice, pero giré la cabeza, lo miré a los ojos y le espeté: “El problema de este país es la desorientación. No tengo la más puta idea de lo que me estás hablando”.

Me miró con cierto asco. “Te conviene que me estés diciendo la verdad”, dijo y por donde vino, se fue.

Claro, yo era mucho más joven y no medía las consecuencias que podían provocar mis palabras. Era valiente. Los años y la soledad me acobardaron”.

Tengo que conocer a este tipo, pensé.



III



Son documentos muy pesados, algunos manuscritos.

Hay fechas, catálogos, fotos de archivo, archivo de archivos, cartas y más cartas, informes de embajadas, papeles oficiales de organismos, sociedades, partidos políticos, asambleas o congresos; telegramas, audios, dossiers de la OEA de la ONU…

Documentación de una memoria infinita. Borges mismo está en el archivo de las Madres.

Hay unas declaraciones muy puntuales suyas en Europa, hacia 1980, sobre la situación del país y los desaparecidos.

Melancolía hay en Montevideo. Lo nuestro se llama tristeza.

Un vapor barato del que ya no quedan ni las esquirlas en lo que fue el corazón de una ciudad tanguera que se llamó Buenos Aires.

En la sala de enfrente están los pibes de audiovisuales. El Vasco Andrés, Emiliano y Riqui le ponen garra y humor a un laburo muy intenso. Seguir a las viejas donde vayan, documentar todas las actividades, entrevistar, pesquisar y sobretodo, producir y editar el clásico programa de todos los sábados, a las 9 de la mañana por canal 7. Es una tarea cotidiana que necesita una buena dosis de esos dos componentes antes enunciados, garra y buen humor.

La visualización de los rincones abandonados, el plano nunca tóxico de una mano ajada, la panorámica alrededor de un discurso rampante, el íntimo contacto con una voz que se apaga. Son manifestaciones de un arte visual que permanecerán entre nosotros mientras haya mundo digital. ¿Cómo fue que aparecieron todos estos canas? ¿De dónde salieron tantos camiones tortugas y tantos gendarmes?

Un operativo policial inédito para ejecutar la orden de detención de una mujer de 87 años.

No pudieron cumplir con la misión y la noticia empezó a esparcirse por los medios del mundo.

–Nos rodearon de policías, cruzaron un auto delante de la camioneta de las Madres pero salimos por arriba de la vereda. Les hicimos una gambeta –

Eso le contaba un rato después Hebe a Víctor Hugo Morales. –Hicieron una jugada maradoneana –le comentó el conductor. –Sí… y el pueblo convirtió el gol –remató Hebe.

La gente fue llegando, suelta.

“Estaba en el trabajo, me llegó un WhatsApp y acá estoy. Esto es una gesta. Están probando hasta dónde pueden llegar y el nivel de reacción que tenemos”, repetía Fabián.

Unos pasos más adelante, Andrés Eraso había llevado su cámara colgando para registrar uno de esos días que no podría olvidar. “Dónde pueda poner mi cuerpito, lo haré. Trato de acompañar.

Esta gente no sabe qué hacer en este país. En siete meses han generado un desbarajuste fenomenal que no saben cómo arreglar”.

Todo lo que sucedió después fue épico, como ese viaje que hicieron las Madres a Porto Alegre en 1980 cuando pudieron reunirse con el Papa y desplegar una bandera de 50 metros que decía “Por los desaparecidos en la Argentina- Madres de plaza de mayo”

La llegada a la plaza, entre miles de personas que estaban dispuestas a todo con tal de defender a las Madres, el regreso por la Av. de mayo a paso de hombre con la gente tirando papelitos desde las ventanas, la euforia, los abrazos.

Pero al otro día, cuando todos bajaron la guardia y celebraban en intimidad la victoria conseguida, un grupo de muchachas y muchachos, los que reciben a las viejas en la puerta de Hipólito Irigoyen todos los días, los que limpian, los que lavan, los que arreglan, los que conducen, “los de mantenimiento”, como dice la popular, estaban en alerta roja. El enemigo se había atrevido a tocar un símbolo entrañable. Quisieron volver a manchar con sangre el pañuelo blanco.

Si todo archivo es un laberinto, los archivos de las Madres son varios laberintos, dispersos, anexos y contingentes. La manipulación de esos papeles presupone tensiones y deliberaciones. En el caso de los viajes el cuidado debe ser extremo porque es extrema la fragilidad que tienen algunos documentos.

Luis es un detallista casi frenético, a lo Monet. Martín, un observador meticuloso, a lo Van Gogh. La paleta está llena de colores. Los matices se liberan con cada pincelada. Contar un viaje es pintar un cuadro con los ojos cerrados.

Y aunque no para de llover, (ahora la garúa acentúa con sus púas nuestra gramática insolada de nubarrones), las pantallas de los televisores lo único que muestran son las piñas entre Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva, los jugadores de boca que se trenzaron a golpes mientras entrenaban. Con tantas películas que hay para ver, con tanto teatro dando vueltas por los escenarios de esta ciudad, siempre el fútbol vuelve a su primer amor. Las piñas.



IV



“La visita fue una audiencia general, fuimos con María Adela. Me sorprendió mucho la escenografía que tenía la iglesia del vaticano. No sé si actualmente será así. Había una estructura en hierro dorado representando al infierno, enorme, y detrás muchísimos policías. El papa se acerca con un acompañante. Tenía que cantar un coro chileno, pero como se dieron cuenta de que iban a cantar un tema de protesta, lo cambiaron por un coro alemán. El papa se acerca a nosotras y nos saluda.

Mire santo padre, le digo, nosotras queremos saber que pasó, porque usted dijo que a algunos de los desaparecidos los volveríamos a ver, pero después no dijo más nada.

“Yo ya hice”, respondió cortante y nos entregó, a través de su edecán, dos rosarios.

María Adela besó el suyo y se lo guardó. Yo le devolví el mío. Santo padre, cruces ya tengo muchas, no quiero más, le dije”.

Es un recuerdo impactante. Con el mismo Papa de Porto Alegre pero esta vez en el Vaticano. La memoria de una mujer que es todo memoria poniendo las cosas que no tienen lugar, en el centro mismo del debate.

Allí donde se toman las decisiones, allí donde el poder construye los mecanismos de sus deliberaciones, se metió, con la prepotencia digna de los oprimidos, una mujer de dulce memoria a patearles el amargo tablero.

No hay caso, afuera hay un grito que no cesa. Todos los días se movilizan y marchan por la ciudad trabajadores, estudiantes, desocupados, organismos o sindicatos de las más diversas tendencias políticas. El pueblo en la calle expresa su incertidumbre y a pesar de las espaldas marcadas por el abandono de muchos dirigentes, no pierde su infinita paciencia revolucionaria.

Una madre de plaza de mayo se cae y se fractura la cadera. Chela tiene 90 años y la noticia provoca un desánimo feroz en la Asociación.

Hebe comienza a pedir datos: donde, cuando, como, porque. Conoce el hospital donde sucedió el episodio. Se va para allá, putea a dios y maría santísima porque no la trataron bien. Mueve cielo y tierra y consigue trasladarla a otro hospital.

Chela es operada y se recupera, pero para la presidenta de las Madres las cosas pudieron ser muy graves y habla en la plaza: “La semana que pasó y sobre todo la anterior fue una semana muy dura para las Madres porque una de nuestras se puso muy mal; Chela.

Por suerte ahora está muy bien. Desgraciadamente se cayó en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, ahí la internaron. Ese hospital, cuando lo dirigía Carlos Oviedo, un gran sanitarista, parecía una clínica suiza. La gente del PAMI tenía la medicación gratis porque le hacían ahí. Todo Lomas de Zamora se atendía a las mil maravillas. A nuestra compañera la pusieron en un pasillo veinticuatro horas, en una camilla tapada con un trapo y después no la atendieron como correspondía. Tuvimos que sacarla y llevarla a otra clínica para que la operen y la atiendan. El Gandulfo está en manos de la mujer del Chino Navarro y ahora pasó a ser la clínica del doctor Cureta. Había una historieta muy linda en la que el Dr. Cureta tiraba abajo las clínicas, se llenaba los bolsillos de plata, y no le importaba cuánta gente moría para que él fuera rico. Eso es lo que está pasando en el Hospital Gandulfo, con la mujer del Chino Navarro, con el Chino y compañía y la puta madre que lo parió”.



Los huesos no fueron hechos para ser enterrados ni las piernas para ser cortadas. Cada paso que damos siempre será el primero y nunca el último. Cada palabra que se escribe, cada verso que se da, es un testimonio del viaje. El 12 de marzo se inaugura en Ámsterdam, en el distrito de Osdorp, la “Plaza de las Madres locas”. Según está grabado en el monolito de cemento, el homenaje es “En reconocimiento a la lucha de las madres en Argentina”, y se decide que todas las calles convergentes a dicha plaza, lleven nombres vinculados a esa lucha, como “Libertad”, “Verdad” y “Justicia”.

A invitación de los organizadores, Hebe planta un árbol, como símbolo de vida y resistencia (la pala que usó está guardada en la casa de las Madres). Ella recuerda la sorpresa de los presentes cuando la vieron plantar el asta sin pedir ayuda. “Es como si se hubiera dedicado siempre a la jardinería”, le dice uno de los organizadores. De alguna manera, la emoción que le produce el reconocimiento de los holandeses a los 30.000 hijos, también está sellado en ese gesto tan personal de Hebe.

Es un detalle que habla de la nobleza que portan estas mujeres duras, de manos callosas y pies cansados. Saben agradecer cuando se las considera, porque tienen claro que respetar a las Madres, es la mejor manera también de homenajear a sus hijos e hijas desaparecidos.

Suena el gordo Alorza en la radio, canta Ezeiza, con la Guardia Hereje: “Dicen que existe un país al sur del mundo, atado a la cola del barrilete americano. Un país mágico y extraño donde se mezclan la alegría de carnavales paganos y la tristeza de madres gringas que agitan pañuelos frente a barcos que zarpan. Un país que es pasión y maravilla donde uno no puede ser del todo feliz, pero que no puede abandonarse. Porque los que se van se mueren de nostalgia, ahogados en lágrimas o ahorcados a los cables de los teléfonos para las navidades y los cumpleaños. Te acompañan hasta Ezeiza, arrastrando los bagayos, ¿adónde vas, con la facha reciclada, ciudadanía cambiada, adónde vas?

Navidades extranjeras buscando en la billetera la foto que más querés. Viendo goles de argentina a las 3 de la matina por deportes CNN. Los viejos y los muchachos los dejás buscando un cacho de confort a fin de mes y los mangos que amarroques, los vas a gastar en viaje para venirlos a ver.

La valija con recuerdos, no entra el patio del colegio ni el fulbete de las diez. No entra el alma de tu abuelo, la quinta y el gallinero, el horno y el almacén. Síndrome dulce de leche, contrabandista de yerba y postales en inglés. Allá te dicen sudaca, acá te decimos negro nada más que por joder”.



V



Están arreglando los techos. Siempre hay algo para hacer. Acá no se entrega nadie, mal que les pese a los burócratas del sistema. Un pibe le da un brochazo de cal a la pared, otro diseña un logo en la computadora. Abajo, en la cocina, están fritando empanadas y el olorcito a carne, cebolla y ají molido sube como una noticia esperanzadora. No las hay muchas en estos días. Suena un piano que no es el del auditorio. El sonido se mezcla con el teclear de las máquinas. Afuera hay un mundo por explorar pero aquí adentro, las puertas se abren de par en par para los útiles escolares que trae la gente. Mochilas, lápices, gomas de borrar, cuadernos, se apilan de a cientos en una de las aulas que las Madres habilitaron. ¿A que le tienes miedo?, le preguntaron a Nick Cave. A perder mi memoria, respondió el músico australiano. La memoria es lo que somos. Creo que el alma y la razón de estar vivos se arraigan en la memoria, agregó. Codificar, almacenar, recuperar, sintetizar, retener, grabar, reproducir y expulsar. Dicen que el cerebro humano de un individuo adulto estándar contiene unas 100 000 millones de neuronas y unos 100 billones de interconexiones entre estas. Aunque a ciencia cierta nadie sabe la capacidad de memoria del cerebro, puesto que no se dispone de ningún medio fiable para poder calcularla, las estimaciones varían entre 1 y 10 tetrabytes. Según Carl Sagan, tenemos la capacidad de almacenar en nuestra mente información equivalente a la de 10 billones de páginas de enciclopedia. Nosotros estamos redactando apenas dos tomos de unas 700 páginas cada uno. Cada palabra parece succionar un acantilado y traer toneladas de agua al mundo hispanoparlante. Para que los sucesos puedan ser almacenados adecuadamente es necesario que el cerebro pueda funcionar en tranquila normalidad durante cierto tiempo, es decir que los sucesos inmediatamente anteriores a otros que generan gran disturbio cerebral tienden a no ser registrados en la memoria. Juanita Pargament, de 101 años, baja de la combi, saluda a la gente va los jueves a la plaza y cuando pasa delante mío, clavándome los ojos me dice: “Quiero verte siempre bien, eh?”. Una frase percusiva, densa, que me deja pensando en aquellos días de vino y rosas, cuando lo único que me importaba en la vida era amanecer temprano para poder acostarme lo más tarde posible. Cuando era feliz, pero no lo sabía.

Cuando nadie se moría salvo si quedaba enredado en las telarañas de un insecto que podría llamarse Gregorio Samsa o Madame Bovary.



VI



Me bajé del subte en tribunales. Todo el mundo se baja del subte en tribunales, inclusive los que viajan más allá de tribunales. El sol hoy hiere, como mis pensamientos. Mientras miro la mole del palacio de justicia tengo la sangrienta iluminación de sospechar que todos estos edificios dantescos, toda la impactante infraestructura edilicia de buenos aires y sus alrededores que fue construida en los siglos IXX y XX, fue levantada gracias a la matanza de millones de animales.

No hay otra composición financiera en este tema, salvo la de entender que suculentas vacas, cerdos, pollos, conejos, corderos y caballos fueron masacrados en los mataderos clandestinos de la oligarquía gaucha para fundar un país vacío de ideas pero rico en proteínas cárnicas.

Y este edificio principalmente, el Palacio de Justicia de la Nación, cuya estructura inicial estuvo paralizada durante 20 años por la profunda crisis económica que afecto el gobierno de Carlos Pellegrini en 1890, fue terminado recién en 1942.

Así son las cosas en nuestro país. Prácticamente nada termina su ciclo cuando el ganado vacuno no puede ser matado. Y cuando no pueden ser asesinados los que combaten al sistema capitalista de acumulación de grasa y sangre.

No hay sol que raje la tierra tanto como el sol rioplatense y no hay silencio más huérfano de orfandad que el de las oficinas del primer piso cuando no hay nadie. ¿Hay fantasmas? Sí, claro. Pero no hacen ruido. Se escabullen entre los papeles que guardan recuerdos del mañana, que siempre es mejor.

“Ahí tomé la cárcel, porque no dejaban que los presos fueran visitados por sus familias desde hacía 6 meses; y los pusieron en un tercer subsuelo. Fue un quilombo. No les avisé a los chilenos, porque no dejé que los capitalizaran. Me presento y digo que quiero ver a los presos políticos.

Yo vengo de Buenos Aires, le dije, y me pidió el pasaporte.

Acá en la puerta, no. Atendeme como corresponde. Haceme pasar. Y afuera estaba la prensa, a quien ya habíamos llamado, y una chica de los degollados. Nadie pensaba lo que iba a hacer. Entonces cuando el tipo me hizo entrar, había que pasar a un patio. Y cuando salgo al patio anuncio a los gritos que había tomado la cárcel “De acá no van a sacarme”. Y bueno serían las 10 de la mañana. En eso vino una persona a quien yo le había avisado que iba a ir a la cárcel. Les avisa a los presos, y se alteran, empiezan a rebelarse, a romper las cámaras, y entonces llegan jueces, fiscales y ministros. Querían revisarme la cartera, les dije ustedes revísenmela, pero la cartera no me la sacan. Por arriba me tiraban yogures para que comiera. Desde las 9, que entré hasta las 10 de la noche. Pasabas por 4 o 5 lugares con cámaras, y bajaban las rejas; quedabas encerrada en el lugar. Impresionante. A un preso lo cagaron a palos. Muchos me abrazaban; lloraban. Cuando salí, habían pintado la cárcel; hubo gente que se animó a hacer cosas que nunca había hecho. La amiga mía del PC me pregunta por qué no le había avisado, “porque vos, que sos de acá, tendrías que haberlo hecho”. Le propuse que hiciéramos una carta para entregarle al Ministro del Interior, porque a estos presos los van a torturar. Vamos a la Plaza y secuestran a un pibe, hijo de uno de los presos, y un policía me da un patadón y me rompe la pierna. Fui saltando a entregar la carta, y después al hospital. Me enyesaron para el orto. 200 kilos de yeso. Y nos quedamos hasta que trajeron al pibe. Se armó un lio bárbaro, echaron al Ministro del Interior. Tomar una cárcel en Chile no era fácil; y la tomé sola. Todos querían convencerme de que desistiera. Ni al baño fui”. Su recuerdo abre zanjas, cava trincheras, libera frigoríficos, incendia mataderos, deja al gallo cantor cantar y a la gallina empoyar, allí donde corresponde, en el el amanecer.

Las manos, los pies, las uñas, los callos, las venas, la espalda. Se caen, se rompen, se restablecen. Oliverio Girondo les hubiera escrito un menú a base de almendras, frutas de la patagonia y castañas de cajú. Activan el día a día de la política (venciendo la propia inercia política de un país chiflado), a base de ideas revolucionarias, como por ejemplo celebrar sus 40 años de lucha llenando de cañas tacuaras la plaza de mayo, para impedir la visualización de la casa de gobierno, y sobre esas cañas emplazar fotos de desaparecidos y desaparecidas, más tres gigantografías de las Madres secuestradas y asesinadas por el ejército: En los costados Mary Ponce y Esther Balestrino de Careaga; en el centro, Azucena Villaflor. ¿Quién puede resultar indiferente al reto? Es raro que no estén sonando los teléfonos en la oficina. Estamos acostumbrados a escuchar los timbrazos a cada rato. Del otro lado las preguntas básicas: ¿Cómo podemos contactarnos con las Madres? ¿Esta Hebe? ¿Podrían venir a una actividad aquí en Futaleufú la semana que viene? Ellas se multiplican y a pesar de las manos, los pies, las uñas, los callos, las venas, la espalda; se empolvan la cara y parten hacia esos destinos donde se las quiere ver y agasajar. Del 3 al 7 de Octubre 1988, se realiza en Palacio de las Convenciones de La Habana, Cuba el III Encuentro Continental de Mujeres, auspiciado por el Frente Continental de Mujeres Contra la Intervención. Representando a la Asociación Madres de Plaza de Mayo viajaron su presidenta, Hebe de Bonafini, María de Gutman, Mercedes de Meroño, Elvira de Triana y Beatriz de Rubinstein. Es un viaje especial. No es solo una actividad política o un trabajo de campo. Es también un desafío emocional. La memoria de los hijos se potencia porque todos ellos veían en Cuba la concreción de una revolución integral, un camino a seguir, un faro donde alumbrarse. ¿Pueden imaginar ustedes el sentimiento, la responsabilidad militante de estas Madres, que pocos años antes eran simples amas de casa y ahora estaban a punto de reunirse con el Comandante de comandantes, Fidel Castro?

Participaron 1200 mujeres de América Latina, el Caribe, EEUU y Canadá. Se formaron 3 comisiones principales: Dimensiones de lo político: (expresó su solidaridad con las Madres); La mujer frente a la crisis: (Vinculación de las organizaciones de mujeres con otros sectores sociales; Medios de comunicación: (Experiencias de comunicación alternativa, espacios de acción común. Uso de tecnologías de comunicación en proyectos de comunicación popular de mujeres).

El eje central de los debates se centró en la consigna: “La mujer y los años 80 en América Latina y el Caribe: evaluación, perspectivas y desafíos”. Y sus objetivos principales: “lograr un espacio donde las mujeres hablemos sobre los problemas que aquejan a nuestros países respectivos y a nosotras mismas, en un lenguaje que traduzca nuestra vitalidad y haga patente la determinación de incorporar a los procesos de lucha social la experiencia única que deriva de ser mujer en América Latina y el Caribe”

En una entrevista para el diario Granma, Hebe afirma “La situación de la mujer en mi país no puede compararse con lo que hemos visto en Cuba. La mujer es menos requerida en empleos. Si se embaraza la echan y al escoger muchachas solteras les preguntan hasta si tienen novio. La mujer argentina no solo padece el desempleo, la discriminación social y, en épocas pasadas, la represión, sino que sufre porque estos mismos aspectos se ensañan en sus hijos y en sus esposos”. Ahora cae el sol y las piernas comienzan a aflojarse. Mis ojos no leen muy bien lo que estoy escribiendo. Es hora de parar por aquí.





VII





Dice el físico francés Jean Pierre Garnier-Malet: “Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible, en el cual podemos hacer cosas cuya experiencia luego pasamos al tiempo consciente. Sucede que en el universo todo está desdoblado. Las partículas están desdobladas. Existe una propiedad conocida en física como la dualidad de la materia, esto es, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias. Por lo tanto podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada. Por lo tanto, es en el ‘sueño paradoxal’ donde se da el intercambio entre el cuerpo energético y eso permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro, arreglarlo y volver para vivirlo".

Por otro lado Garniet-Malet se refiere a la intuición como “informaciones fabricadas en otro tiempo y que de lo actual nosotros recibimos la síntesis”. Esto también se basa en la Paradoja Langevin, que en 1920 suponía que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que su hermano quieto en la Tierra; ley comprobada 50 años después con la aparición de los relojes atómicos.

En síntesis y con humilde paráfrasis alegórica, podríamos decir que todos tenemos un gemelo cuántico que trasciende el tiempo que conocemos, recorre varias situaciones posibles y vuelve a este plano con información resumida para resolver nuestros problemas. Segundos antes de dormir podemos exponer qué nos aqueja y cómo podríamos estar mejor. Según esta teoría, esa información se nos presentará sintetizada como acervo de intuición: "Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y borrarlos", agrega Jean-Pierre.

Finalmente, Garnier-Malet propone "hacer como los niños, no reflexionar”, aprovechar esos tiempos imperceptibles así como un niño utiliza una computadora sin cuestionar cómo funciona, porque los adultos suelen perder esa capacidad intuitiva. Aunque este paradigma abre un laberinto de dudas, en sí mismo es cautivador, pone a prueba nuestras creencias y reta al destino, como le gustaba a Beethoven





VIII



Las lentejas con chocolate y el guiso de quínoa (grano madre sagrado de la civilización Inca) son una especialidad de la casa. El invierno es duro y en la calle más. Cuando se cocina se hace política, se modifica el gen de la tristeza, se derrama un poco de aceite en la herida y se deja cicatrizar la ausencia. No hay apetito más voraz que el hambre de un idiota. Eso el poder lo sabe, por lo tanto hay que impedir que se sacie el estómago inútil de los pueblos para alcanzar la meta del ostracismo. Mejor que tengan miedo y no hambre. Un idiota con miedo te puede meter un balazo. Un pueblo con hambre no puede pensar en matar y es más fácil de oprimir. Gula, glotonería, avidez, voracidad. Imperativos de la carne tumefacta de un animal en descomposición ocupando la fétida inmadurez del cuerpo. Cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, es porque nada se ha escrito todavía.



1 En el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios. Esto era en el principio, en Dios, y el monje fiel debería repetir cada día con salmodiante humildad ese acontecimiento inmutable cuya verdad es la única que puede afirmarse con certeza incontrovertible.



2 Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.



3 Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: "Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias". Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.



4 Aún lado y a otro del helado cauce de erguía un oscuro bosque de abetos de ceñudo aspecto. Hacía poco que el viento había despojado a los árboles de la capa de hielo que los cubría y, en medio de la escasa claridad, que se iba debilitando por momentos, parecían inclinarse unos hacia otros, negros y siniestros. Reinaba un profundo silencio en toda la vasta extensión de aquella tierra. Era la desolación misma, sin vida, sin movimiento, tan solitaria y fría que ni siquiera bastaría decir, para describirla, que su esencia era la tristeza.



5 Estábamos en algún lugar de Barstow, muy cerca del desierto, cuando empezaron a hacer efecto las drogas. Recuerdo que dije algo así como:

—Estoy algo volado, mejor conduces tú...

Y de pronto hubo un estruendo terrible a nuestro alrededor y el cielo se llenó de lo que parecían vampiros inmensos, todos haciendo pasadas y chillando y lanzándose en picado alrededor del coche, que iba a unos ciento sesenta por hora, la capota bajada, rumbo a Las Vegas.



6 He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación. Mejor así.



7 Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera.



¿Qué tienen en común El nombre de la rosa, Historia de dos ciudades, El extranjero, Colmillo blanco, Miedo y asco en las vegas, Los detectives salvajes y Anna Karenina? Sus comienzos, claro.



IX



Es complicado tener un presidente de la república cínico y poco ilustrado. Es un primero de marzo fatal para las instituciones y no solo las del alma. Me parece haber escuchado en este discurso de Macri el anuncio oficial de que se ha firmado la partida de defunción de la democracia en la república argentina. Dice el escritor y militante popular Jorge Giles en un posteo de su cuenta de Facebook sobre un momento tremebundo del discurso presidencial: “Nos estremecimos cuando mencionó al dirigente docente, Roberto Baradel. Esas palabras y esa sonrisa cruel que acompañaron las palabras nos remitieron al peor momento de nuestro pasado: cuando los jerarcas de la dictadura habilitaban públicamente la persecución y muerte de los militantes populares. Hay que admitir que hubo siempre contrapuntos discursivos entre un mandatario democrático y sectores sociales en conflicto, pero a Baradel lo amenazaron de muerte a él, a su familia, a sus hijos. Con eso no se jode. Y menos que menos lo debe hacer un presidente. En lugar de expresar, (ni siquiera su solidaridad) su condena y dar las órdenes para extremar la seguridad del dirigente amenazado, se mofó del asunto, lo bastardeó a Baradel y de esa manera habilita para que la mano de obra fascista, siempre atenta a sus deberes, encuentre zona liberada para actuar”.



El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación bonaerense, (Suteba), Roberto Baradel, denunciará penalmente hoy al presidente Mauricio Macri por "amenaza velada" de muerte. "Estoy aquí para presentar una denuncia penal contra el Presidente porque hizo una suerte de amenaza velada de muerte contra mí en la Asamblea Legislativa", dijo el dirigente sindical en declaraciones televisivas desde las escalinatas de los tribunales de Comodoro Py. Baradel se refirió así a las expresiones de Macri en la Asamblea Legislativa cuando este miércoles advirtió: "No creo que Baradel necesite a nadie que lo cuide". El sindicalista había denunciado hace dos semanas que él, sus cuatro hijos y su nieto de pocos meses de vida fueron amenazados de muerte en medio de la tensa y caliente negociación paritaria de Suteba y otros cuatro gremios con la administración de María Eugenia Vidal. "Amenazaron a mi nieto y a mi nenita de 3 años, a mis otros tres hijos.Y el Presidente de la Nación dice en la Asamblea Legislativa que no cree que yo necesite que alguien me cuide", se quejó Baradel. En ese sentido, el gremialista afirmó que ahora entiende "por qué la custodia (asignada a su familia) va y viene" y "no cumple" con su función de proteger a él y a su hijos: "Lo que Macri está haciendo es una suerte de amenaza velada y zona liberada". Baradel se presentó en Comodoro Py para denunciar penalmente al Presidente, donde afirmó: "Siempre hay algunos más dispuestos que otros para concretar las amenazas. El Presidente es el responsable de la custodia. La Justicia le ordenó al jefe de Estado que asigne la custodia".



X



De la mano de aquellos que no pueden sostener sus mentiras porque son la propia manufactura del oprobio, algunos se dejan caer al vacío para tener una excusa sobre el colapso de sus propias ruinas. Los subtes llenos, se incendian; los colectivos apestan; los trenes se desarman y caen al piso mujeres amamantando a sus hijos. En los tribunales de Comodoro Py la camioneta de Madres se abre paso ante la mirada fusiladora de los gendarmes. Nadie sabe cuando caerá este gobierno. Yo creo que ya cayó pero todavía Clarín no lo quiere publicar. Los docentes se jubilan convencidos de que algún día cobrarán con retroactividad lo que el estado les debe como moratoria del despilfarro de los delantales-camisones. Una músiquita sale de la ventana lateral del palacio Pizurno. Parece anunciar la llegada de un nuevo Mesías y no lo trae Haendel; tal vez un tal Angelicci o un tal Donofrio. En la estúpida novedad de esta alborada inútil, el libro avanza. Hebe leyó las primeras 100 páginas, corrigió algunos nombres mal escritos y recomendó seguir documentando cada texto con solvencia y precisión. El fútbol se come a sí mismo y la indigestión explota en las tribunas repletas de vagos malolientes que nunca jugaron al fútbol. Los hinchas no pueden pasar los cercos vallados que armó la policía política del gobierno. Hay 300 fotos para escanear, Luis ordena papeles, Tincho busca nuevas rutas hacia esos viajes donde el objetivo es conocer a nuevos dirigentes que sean capaces de bancar la causa del pañuelo blanco, Juani usa el soplete para restaurar una vieja PC o restaura a una vieja del PC con su soplete, tengo que chequear la info. Y la SIDE? Ah La SIDE continúa patrullando nuestros movimientos desde sus sillas eléctricas pero cual mariposas yendo hacia el fuego, terminarán ardiendo en el arroyo de los parricidas, sin otro consuelo que el de sus propias mamadas.



XI



El 23 de enero de 1987, el grupo de solidaridad con las Madres de Francia, SOLMA, a través de un comunicado titulado: “La presidente de las Madres de Plaza de Mayo en París”, explica que Hebe, acompañada por Juanita Pargament, de retorno de Israel y después de visitar el Parlamento Europeo, ofrecerá una conferencia de prensa, el viernes 30 de enero, “donde explicará las acciones que la Asociación llevará a cabo en su país y a nivel internacional, sobre la presentación de la llamada Ley del punto final, patrocinada por el gobierno argentino” Dicha ley, que había sido promulgada el 24 de diciembre de 1986 por el entonces presidente Raúl Alfonsín, y establecía la paralización de los procesos judiciales contra los imputados de ser autores penalmente responsables de haber cometido el delito de desaparición forzada de personas durante la dictadura, no había tomado por sorpresa a las Madres, por eso rápidamente difunden una gacetilla en la que afirman: “…Con la recuperación de las instituciones, creíamos y confiábamos en la independencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Pero al poco tiempo de asumir el Dr. Alfonsín nos dimos cuenta que el Poder Ejecutivo daba permanentes instrucciones a los parlamentarios y a la justicia, impidiendo sus decisiones y posición independientes, haciendo sentir al pueblo con esta actitud que la democracia no existía. La Ley de Punto Final es una traición al conjunto de la sociedad, y sobre todo nos muestra el avance de la derecha y el resurgimiento por lo tanto del fascismo. Las Madres de Plaza de Mayo continuaremos en nuestra lucha y no olvidaremos y no perdonaremos”. Dicha gacetilla es replicada por los grupos de solidaridad que las Madres tenían en Alemania, España, Holanda, Suecia, Suiza y Francia; quienes a su vez promueven un comunicado en conjunto titulado:



“El que olvida motiva que la injusticia siga”



La ley del “punto final” decretada por el gobierno de Alfonsín en una clara muestra de su voluntad política de permitir que la impunidad sea la real amenaza al proceso democrático, agravada por la falta de independencia de poderes y con la anuencia de la jerarquía eclesiástica. Ante los crímenes asimilables a los de lesa humanidad cometidos por todas las fuerzas represivas argentinas a nuestro pueblo, solo existe una respuesta legítima en nombre de los más de 30000 desaparecidos: la cárcel a los responsables, ejecutores y cómplices. La única garantía para que no se repitan en ningún lugar del mundo las atrocidades que en la Argentina revivieron el genocidio cometido por el fascismo en Europa, es la lucha inclaudicable por la justicia, que es la verdad indoblegable de los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo.



Conclusiones



1) REAFIRMAMOS LA LUCHA POR LOS DESAPARECIDOS, POR LA JUSTICIA, POR LA VIDA, CONTRA LA MUERTE, CONTRA TODA FORMA DE IMPUNIDAD



2) REAFIRMAMOS LAS CONSIGNAS DE LA ASOCIACIÓN: APARICIÓN CON VIDA; CÁRCEL A LOS GENOCIDAS; LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS; RESTITUCIÓN DE LOS NIÑOS A SUS LEGÍTIMAS FAMILIAS, RECHAZAMOS LAS EXHUMACIONES, LAS REPARACIONES ECONÓMICAS Y LOS HOMENAJES POSTUMOS



Pero las Madres tenían otros planes más allá de repudiar un hecho deleznable como esa impresentable ley. Buscar financiamiento y suscripciones para el periódico que habían empezado a publicar en 1984. Ese periódico era una herramienta fundamental e indispensable para comunicar no solo sus actividades, sino también sus posturas, decisiones, declaraciones, propuestas o denuncias que los medios hegemónicos se encargaban firmemente de invisibilizar. El 9 de enero de 1987 las Madres publican un documento en la que hacen referencia a esto…”El camino que lleva el gobierno es cuestionado por nosotras pero también criticamos a la oposición que acepta negociar los reclamos de Justicia, admitiendo el juzgamiento de los militares por el código militar, cuando es fácil comprender que entre ellos no se juzgarán en forma imparcial, siendo que la misma constitución prevé el juicio militar sólo cuando víctimas y acusados son militares y no cuando existe participación civil…La acumulación de hechos como estos nos golpean duramente porque vemos con inquietud el fortalecimiento militar amparado por los tres poderes que por todos los medios intentan minimizar nuestros reclamos, llegando al extremo de censurar en los medios de comunicación las declaraciones de rechazo a las medidas oficiales y nuestros insistentes pedidos. Así es como nosotras salimos hace más de dos años con un periódico mensual que alcanza los 15000 ejemplares para la venta pública. Nuestra Organización cuenta con fondos limitados, por eso aprovechamos esta oportunidad para solicitarles ayuda con el fin de contribuir a la difusión e impresión de nuestras publicaciones. Acompañamos un proyecto para financiar éstas actividades; confiando en su aceptación dentro de sus posibilidades…”



Finalmente, ya en Buenos Aires, el 23 de febrero de 1987, las Madres responden con una carta que transcribimos a continuación, el respaldo recibido en su visita a Francia por parte del Comité internacional contre le répression:



Queridos amigos:



En estos muy difíciles días, recibimos la solidaridad de ustedes contra el punto final que impone el Gobierno Constitucional. Como desde hace 10 años seguimos luchando y desde hace dos, con nuestro periódico mensual, difundimos todo cuanto calla la prensa oficial. Por eso, agradecemos a ustedes todo lo que hacen por apoyar esta causa contra la injusticia. Gracias por seguir junto a nosotras en este reclamo permanente por la vida y la libertad.



Esperamos vuestra adhesión para el 30 de abril próximo, fecha en que cumpliremos 10 años de marchas semanales frente a la Casa de Gobierno. Ese día vamos a exponer en la plaza de Mayo todos los pañuelos que se firmaron pidiendo “cárcel a los genocidas” como repudio a la ley de punto final.



Cordialmente



Asociación Madres de Plaza de Mayo



XII



Los pungas que cantaban “Araca corazón, callate un poco”, supieron antes que nadie que todo se acaba, todo menos las sombras que tejen las sobras de la noche en la cárcel. Mi chamuyo nunca fue tuyo pero mi corazón…ah mi corazón siempre late por vos. No te das una idea cuánto. Mejor así. En el torbellino de esta ciudad alambrada tu ausencia hace insoportable cualquier improvisada compañía. Y cuando veo esa claraboya desde la esquina de Rivarola y Perón, cuando la kiosquera me pregunta, con la curiosidad de los canillitas, que estoy mirando y yo le respondo con la verdad, todo se hace inolvidable otra vez. Entonces recuerdo un pasaje de La hija de la lágrima y me emociono porque ese grito campero de Charly es el mejor tributo que le ha dedicado al amor un músico en tiempos de paz. ¿Otra vez esa palabra? pensás en voz alta. Nada puedo hacer sin nombrarte, estas calles te evocan, sobre todo cuando entrada la madrugada paso por la puerta de tu casa sin darme cuenta y un aire fresco me sacude la memoria, entonces le presto atención a la puerta cancel que da al ascensor que te lleva al sexto piso y me dejo llevar hacia el precipicio de los tribunales, Talcahuano abajo, tan abajo que el infierno me saluda con “¡hasta pronto vagabundo!”, desde una injusta ventana tetrapléjica.

Porque así quedan los tipos que se tiran de ahí arriba, como le pasó al oligarcón de Alejandro Puccio.

Hoy se tiró un pibe, pero no zafó ni ahí. Se tiró o lo tiraron. Así lo cuentan los caranchos de los diarios:



Un abogado laboralista de 26 años se arrojó esta mañana desde el sexto piso del Palacio de Tribunales en un aparente suicidio. Fuentes policiales informaron que el hombre fue trasladado al Hospital Ramos Mejía, donde murió pocas horas después.

Según detallaron fuentes del caso, el abogado cayó en la parte interna del palacio, ubicado en Talcahuano al 500, en pleno centro porteño. Fue a las 8.45. Su cuerpo impactó contra el piso cerca del kiosco de la planta baja y a metros de la sucursal del banco Ciudad. Estaba en el sexto piso, donde funcionan los tribunales civiles.

Al ver la caída del abogado, un grupo de personas que se encontraba en el palacio llamó al SAME. Mientras, agentes de la comisaría 3° de la Policía de la Ciudad realizaron un vallado en la zona. Fotos tomadas por algunos testigos muestran a un hombre en el piso, con una mancha de sangre alrededor de su cabeza.

Los investigadores buscan determinar si había citado a declarar en el marco de una causa y revisan las imágenes de las cámaras de seguridad para confirmar si, tal como declararon los primeros testigos, el hombre se tiró.



XIII



Estoy frente a la casa donde vivió sus últimos años, junto a su hijo Adolfo, Macedonio Fernández. Las Heras 4015, modesto edificio de 4 pisos frente al jardín botánico.

No hay placa ni recordatorio alguno, pero observando bien encuentro en el interior de una ventana que da a la calle, un humilde recorte en forma de viñeta, sobre una placa de plástico pintada de amarillo que dice: "En la planta baja, frente A, vivió sus últimos años el insigne escritor argentino Macedonio Fernández. En su memoria, Estudios Lafinur".

La sensación es ambigua, la casa donde vivió Macedonio es ahora una agencia de turismo.

Donde sí hay una placa de importante y robusto hierro, es sobre una de las esquinas de Las Heras y Lafinur: "En memoria de Lafinur, hijo preclaro de San Luis. Poeta, guerrero y filósofo".

Al 2986 de Lafinur está el Museo Evita, notable predio donde funcionó el Hogar de tránsito fundado por ella misma, con el objetivo de socorrer a las mujeres necesitadas con hijos.

Mientras escribo caminando estas notas, una señora se trastabilla y cae en la esquina de J. M Gutiérrez, donde está el restaurant La Josefina. No soy partícipe visual del hecho pero el ruido y sobretodo un ay! que rompe el silencio de esta mortecina tarde porteña, me dan sobre aviso.

Algunos metros más adelante noto que demolieron la hermosa casa de Fryda Shultz de Mantovani; cuentista, poeta, dramaturga y ensayista argentina, nacida en 1912, que estuvo casada con el escritor y pedagogo Juan Mantovani y donde, según cuentan ciertas crónicas urbanas, se desarrollaban las mejores reuniones literarias de la fauna intelectual argentina, sobre todo los sábados por la noche.

En su lugar levantaron un adefesio de características inconfesables, como para certificar el insomne estado de putrefacción de nuestra clase dirigente, en la ciudad autónoma de buenos aires.

Me siento en un apacible bulevar de Cerviño y R. A. Siria. Es uno de mis recovecos preferidos. Disfruto el sabor del atardecer como una melodía imperceptible que chorrea sobre mi corazón y que en se deja oír como el doloroso perfume de una flor recién cortada.

Pasa un colectivo y se pierde en el horizonte, como se pierden los recuerdos de una mujer amada.

A veces cuando tus manos aparecen, trémulas como una vieja canción en mis mejores sueños, vuelvo a sonreír.

Silvio Ruggeri y Cerviño, sobre la esquina noreste hay enorme fresco realizado por el taller de mural de la facultad de derecho. Están pintados con intensidad algunos íconos de Buenos Aires: el obelisco, el frente de una pinturería Rex, el planetario, unos pibes jugando bajo el sol, el frente del hospital Fernández con su reloj clavado en la 10. Entonces siento que esta será mi última observación escrita en este cuaderno. No volveré a insistir con estos apuntes hasta que algo o alguien aparezca y sin ninguna premura me invite a navegar con destino incierto hacia el fondo sepulcral de la noche



XIV



Vas a viajar a Alemania, me dice Luis. Es un viaje muy importante, hay mucho documento para desclasificar. Y me tira un bloque compacto sobre el escritorio que pesa más de un kilo con papeles, fotos, recortes de diarios alemanes, telegramas y otras articulaciones.

“Este honor que significa para las Madres recibir el Premio René Sand lo aceptamos solamente porque lo recibimos en nombre de nuestros hijos, los 30 mil desaparecidos, pues ellos son los que dieron su vida por luchar por la justicia. Las Madres hemos recibido muchos premios en este largo y difícil camino, pero éste es el más importante, por el significado que tiene para nosotras la justicia social, por la que han muerto y siguen muriendo miles de hombres y mujeres en Latinoamérica, tan castigada y tan condenada a no poder salir de este horror de las dictaduras feroces. Nosotras traemos a la vida permanentemente a nuestros hijos. Le dimos la vida cuando los hemos parido, y se la seguimos dando cada día, cada hora, cuando recogemos miles de manos en el mundo, cuando hacemos sus siluetas y las pintamos en las calles…No vamos a permitir que se olvide. No vamos a perdonar porque esto no tiene perdón posible. Y ellos, en cada lugar, en cada premio, en cada gesto, en cada mano que se alce, en cada gesto de solidaridad, están presentes, porque ya nuestros hijos son ustedes…” Son palabras del discurso que Hebe de Bonafini brindó el 1ro de agosto de 1988, en el Centro Internacional de Congresos de Berlín Occidental, en ocasión de recibir, en representación de las Madres de Plaza de Mayo, el premio René Sand. "René Sand era una persona verdaderamente notable, un médico con una misión social y todos los atributos de un hombre renacentista, conocía todo, desde las humanidades hasta los lejanos alcances de la ciencia. Su fe en el trabajo social era profunda y perdurable. Su promoción de la educación en el trabajo social condujo, directa e indirectamente, al establecimiento de escuelas de trabajo social en Europa y América Latina ", dijo al recordarlo su colega Katherine Kendall, presidenta durante la década del 70 de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social ( IASSW ), que había fundado su amigo René en 1929. René Sand, nacido en Bélgica en 1877, tuvo una trayectoria impactante como médico y trabajador social. Hizo estudios universitarios en medicina y se especializó por medio de investigaciones, en el ambiente hospitalario en Berlín y en Viena. Él fue el principal promotor de la Primera Conferencia Internacional del Servicio Social. La noticia del premio fue recibida por la propia Hebe, a través de una carta fechada el 6 de abril de 1988 y firmada por la Secretaria general del CIBS, Ingrid Gelinek que decía:



“Estimada Señora,



El CIBS (Consejo Internacional del Bienestar Social), adjudica cada segundo año en su Conferencia Global el premio René Sand, conmemorando a su fundador. Tengo el honor de informarle que, después de consultar a los miembros nacionales e internacionales de nuestra organización, que el presidente. Sr Norbert Prefontaine y un comité de selección designado especialmente, decidieron adjudicarle este premio a Las Madres de plaza de Mayo.

El premio René Sand es el honor más grande que nuestra organización puede adjudicar y otorgando este Premio a su movimiento quiere recalcar los valores de la verdad, del ánimo y de la determinación en su lucha para los derechos humanos, la dignidad humana y la justicia social…”

Hebe de Bonafini parte hacia Alemania, junto con sus compañeras Elisa de Landín y Elsa de Becerra, para participar de la 24ª Conferencia Internacional de Bienestar Social, sabiendo que las Madres han conseguido una victoria no solo comunicacional sino también estratégica para la organización. La conferencia, patrocinada por el Presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsacker, comenzó el domingo 31 de julio de 1988 y se extendió hasta el viernes 5 de agosto siguiente. En la reunión de apertura se escucharon obras de Ludwig van Beethoven interpretadas en vivo por un trío de violines y flauta, con palabras de bienvenida del Canciller Helmut Kohl. A las 19.30 del lunes, en la sala principal de la Centro Internacional de Conferencias, el público aplaude de pie las palabras finales de la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo. Osvaldo Bayer recuerda esa jornada con rotunda precisión: “Nadie sabe cómo, pero cuando Hebe de Bonafini concluyó sus palabras de agradecimiento, los asistentes a la entrega del premio René Sand se pusieron de pie y no dejaban de aplaudir. Emocionados aplausos para saludar a estas tres mujeres, que desde el estrado se abrazaron entre sí, se dieron las manos, se enjugaron las lágrimas. Elisa de Landín, Elsa de Becerra y Hebe de Bonafini fueron las representantes del Movimiento Madres de Plaza de Mayo en Berlín. Las encargadas de recibir en sus manos el premio, en un acto pleno de emoción y aplausos. El discurso de agradecimiento fue atentamente seguido por los delegados de este Congreso y por numerosos periodistas de diferentes medios internacionales de comunicación, que habían concertado entrevistas con las Madres antes y después de la entrega del premio. Traducidas simultáneamente a cuatro idiomas, las palabras de Hebe fueron interrumpidas por aplausos cuando ella hablo de la paz: "Nosotras queremos la paz: ¡Claro que la queremos! y muchos gobiernos hablan de la paz mientras siguen construyendo armas. Las madres pedimos que desde los países capitalistas industrializados no se les venda armas a las dictaduras latinoamericanas…” y los aplausos estallaron, mientras Hebe continuaba “que no les vendan armas a los militares latinoamericanos porque con esas armas asesinan a los pueblos…” “Una clase magistral de inteligencia y sentimiento”, escucho decir en los corredores entre los delegados, en torno al discurso de la presidenta de Madres. “Un alegato impresionante”, dijo el Dr. Ulrich Grasser, de Alemania Federal, recogiendo de alguna manera el impacto que entre los asistentes había producido la presencia de estas tres mujeres con sus pañuelos, con su lenguaje directo, espontáneo y sus ojos brillantes, expresando la juventud de los hijos que les llevaron. “Muchas gracias por estas palabras llenas de autenticidad, verdad y sabiduría” dijo el señor Audum Ervik, presidente de la ceremonia, quien agregó “ es una emoción que seguramente quedará grabada en nosotros para siempre” Brigitte Erler, Secretaria General de Amnistía Internacional, fue la encargada de hacer el Laudatio (la notificación) a las Madres. Su mensaje se dirigió a establecer la relación entre las “palabras para definir la realidad”, palabras que, como ella dice “sirven muchas veces para confundir, falsificar, ofender, desinformar y despreciar la realidad”. En ese sentido vinculó la definición de las Madres como “locas” por la dictadura militar, con aquellas otras “explicaciones” de hechos, tendientes a distorsionar la realidad en todo el mundo. “Los dirigentes campesinos, asesores legales y sacerdotes que son asesinados en Brasil por pistoleros pagados por los terratenientes, son algo más que las víctimas de un conflicto de tierras… Por último, dijo Erler, “si queremos realmente honrar a este grandioso ejemplo que son las Madres, tratemos como ellas de mostrar un gran valor en la acción contra los poderosos, y una gran resistencia a la falsificación de las palabras. Luchemos por revelar el sentido último de cada palabra”.



Durante los cuatro días en que se desarrolló la Conferencia, donde se contaban entre los numerosos delegados de todo el mundo, trabajadores sociales, sociólogos, psicólogos, delegados de organizaciones no gubernamentales y también estatales; los pañuelos blancos, distintivo de las tres Madres delegadas a esta reunión, se hicieron presentes en los más diversos foros de discusión. “Yo viví la situación de que por ser mujer no se me mandó a estudiar”, dijo Hebe de Bonafini al participar en el Foro sobre la Resolución de los Derechos de la Mujer y el desarrollo social. “De modo que además de recordar y tener en cuenta las resoluciones de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, hay que tener en cuenta a las mujeres de la base, a aquellas que ni siquiera saben que tienen derechos, así que difícilmente podrían defender lo que no saben que poseen”, concluyó las Presidenta de Madres. Antes de finalizar la reunión con las diversas instituciones y personas interesadas, Elsa de Becerra se refirió a la necesidad de no abandonar la democracia diciendo que “Las Madres vamos a seguir luchando para defender este pequeño espacio constitucional, para comenzar a construir la democracia. Pero que quede claro: no puede haber democracia si no hay cárcel para los genocidas y justicia social para el pueblo”



A principios de agosto de 1988, a 11900 kilómetros de Buenos Aires, tres mujeres argentinas, portando un pañuelo blanco en la cabeza, vuelven a sus casas desde la lejana Berlín, para descansar un poco las piernas, luego de participar de unas duras jornadas vinculadas con el derecho, la justicia y el desarrollo social de los pueblos. Pero es un descanso breve. Ellas saben, desde aquel memorable 30 de abril de 1977, que vivir y luchar, son dos palabras que se llevan impresas en el cuerpo.



XV



Un signo ortográfico es una convención que se ha establecido en el tiempo, cuya finalidad es ayudar a comprender y ordenar la escritura de los alfabetos. La trama de la evolución de la escritura es muy compleja, pero fue a través de sus diversas academias que los lingüistas de todo el mundo acomodaron (según el buen saber y entender de sus conocimientos) los signos de las lenguas de sus respectivos pueblos. Sin embargo no hay regla, disposición u ordenanza que no merezca ser transgredida en nombre de la libertad. Y sentarse a escribir (o escribir de pie) es un acto de extrema libertad. A los 87 años Mario Benedetti escribió su último libro, “Testigo de uno mismo”, sin puntos ni comas. El libro refleja la pena que atraviesa el autor tras la muerte de Luz López, su compañera por más de 50 años. José Saramago en su “Ensayo sobre la ceguera”, tiene largos fragmentos escritos como se dice vulgarmente, de corrido, esto es sin utilizar puntos ni comas. El capítulo 18 del “Ulises”, de James Joyce, obra monumental de la literatura universal, no tiene ni un solo punto y ni una sola coma. La narración salta de un tema a otro vertiginosamente tratando de imitar el flujo del pensamiento de una persona, especialmente en el momento en que está a punto de dormir. Julio Cortazar, Edgar Bayley, Olga Orozco o Diana Bellessi son algunos de los escritores argentinos que alguna vez han utilizado o establecido esta posibilidad.



Hebe no se jacta de ser escritora pero siempre que escribe lo hace en hojas sin renglones y sin utilizar ortografías gramaticales. Es una forma de soltar su mano para acompañar lo que le dicta su imaginación. En el libro “El corazón de la escritura” y en el marco del taller de escritura que las Madres de Plaza de Mayo emprendieron a principio de los años 90, hay un trabajo esencial de la presidenta de la Asociación. Si título es “La carpa”.





Tirada sobre el suelo limpio doblada en muchos pedazos verde como todas estoy esperando que los peones vengan a pararme

ya colocaron el palo principal

ahora están pasando por mis ojales las sogas que harán de tientos fuertes para sostenerme

estoy contenta porque esta noche cuando suenen las 9 se abrirán mis puertas que son mis entrañas y entrarán cientos de chicos alegres y ansiosos para ver la función

los tigres leones y osos están afuera los payasos en sus camarines se pintan enormes bocazas y sobre sus mejillas una lágrima

los trapecistas llenos de miedo disimulado se preparan para saltar

mallas ajustadas corseletes brillantes zapatitos livianos

el sol calentó mi cuerpo y ahora con la noche siento la humedad que chorrea en agua hasta mojar el pasto ese pasto tan pisoteado

detrás de mí el dueño del circo viejo cansado pero soñador charla con los peones y se preocupa por mi dice ¿estará bien armada la tiras bien puestas las salidas y entradas vigiladas? Lo que no sabe don Anselmo es que yo cuando me mueve el viento aflojo algún tiento y por allí agachándose casi arrastrándose pasan los chicos que no pueden pagar la entrada. Cuánta alegría en esas caras que llegan a soñar bajo mi amparo bajo mi techo.

Cuando se sientan en los últimos asientos esperan quietos me miran y dicen che mirá qué palo alto cuántas sogas por allí llegarán los acróbatas

en ese momento arranca la orquesta con fuerza y desde mi cumbre saltan los trapecistas las cuerdas se tensan a veces me duele tener que hacer tanta fuerza pero yo sé que de eso dependen sus vidas

la gente aplaude cada salto cada voltereta que dan en el airecon el último salto mortal descanso un poco y disfruto de la alegría de los payasos de las carcajadas de los chicos



las miles de lamparitas que cuelgan de mi se apagan lentamente y muy despacio entran a la jaula con los tigres y leones pobres tan fuertes y presos el domador saluda y la gente aplaude lo que él no sabe es que aplauden a las fieras que rugiendo pasan por aros de fuego

la función va llegando a su fin estoy más verde por el rocío y más iluminada por la luna

cuando se apagan las luces que son mis ojos cuando el silencio me invade el palo mayor sin que nadie sepa se baja un poquito y así me permito no estar tan tirante

sólo escucho el latido de mi corazón que es el tambor que el payaso toca como si fuera un tam-tam de dolor





XVI





Pocos le escribieron a Buenos Aires como Borges y pocos fueron reclamados por autores de mistonga identidad tanguera como él. Pocos (muy pocos) descifraron el signo que tiene Buenos Aires oculto en sus entrañas como él. Y pocos se animaron a escribir cosas como “ Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña”.

¿Por qué los ingleses se sienten tan a gusto en la Argentina como en ninguna otra parte del mundo? No lo se, pero tengo mis sospechas. Somos parecidos pero diferentes.

El futbol, la timba, el alcohol, la carne, esa flema costumbrista, ese culto de la amistad. Cosas de improbable demostración que nos atan y nos desatan con los yonis.

Mi generación hizo propicia y compartió una música de notable excelencia gracias a poetas y músicos como Litto Nebbia o el flaco Spinetta que abrevaron al mismo tiempo el caldo de cultivo que venía de Liverpool y la zamba (ambos dejaron varios testimonios al respecto)

Fue un inglés y no un argentino el primer artista que se animó a “visibilizar” delante de miles de personas a las Madres de plaza de mayo en un escenario.

Aquí vivió Roberto Cunninghame Graham, fundador del partido socialista inglés, escritor trashumante, jinete consumado y amigo de Valle-Inclán, Joseph Conrad

y Búfalo Bill, que recorrió Hispanoamérica a caballo desde la Patagonia hasta Texas y murió en Argentina, donde todavía se le venera por sus cuentos sobre gauchos, cuchilleros y compadritos, que alguien debería cotejar algún día con los de nuestro Abelardo Castillo. Como decía Gombrowicz

El hombre no quiere ser dios, el hombre quiere ser joven

El Loco, la oveja, el Nano, el Bambi y el Manco, (recordemos que en abril de 1965 fue ametrallado por la Armada Argentina cuando estaba estacionado junto a su novia frente al edificio de lo que fue la ESMA).

O si prefieren: Narciso Horacio Doval, Roberto Marcelo Telch, Fernando José Areán, Héctor Rodolfo Veira y Victorio Francisco Casa, cinco purretes que nacieron en las inferiores del ciclón y que pese a que tan solo jugaron tres partidos oficiales juntos, en aquella recordada temporada de 1964, marcaron un sello propio dentro de San Lorenzo, sobre todo por lo que representaron, mucho barr(i)o, calle y esquina.

Eran también momentos de cambio, no solo por el peronismo proscripto que esperaba la vuelta del líder en un avión negro o por la revolución que significó la cultura beat en el mundo. Nuestro fútbol se acomodaba al cachetazo que significó el fracaso en la Copa del Mundo de Suecia 1958. Con la paliza perdimos nuestra autoestima.

Para levantarla, Antonio Vespucio Liberti y Alberto Jacinto Armando, presidentes de River y Boca, instalaron ese oprobio titulado Fútbol Espectáculo. Sólo servía si venía de afuera. De Brasil, tierra de campeones, o de la idealizada Europa. Daba igual.

Pero el título no modificó la mediocridad general: la mayoría de los entrenadores querían imponer el catenaccio de Helenio Herrera, sistema defensivo que causaba furor en el Inter de Milán campeón de Europa.

Pero alguien frotó la lámpara y los hombros temblorosos del mecedor de la cuna de cracks se puso a laburar y nacieron estos pibes bondadosos, carasucias, cómplices de lo que después sería un futuro venturoso y lleno de música con la (a)parición del rock argentino. (Mientras tanto el niño Dios, que había nacido unos años antes, el domingo 30 de octubre de 1960, amasaba su misteriosa plegaria).

El idioma se hace carnadura cuando opera como impresión política del lenguaje “La maternidad es un vínculo social, por eso nosotras borramos los nombres de nuestros hijos de los pañuelos. Fue duro entender que se los llevaron por pensar políticamente. Ellos tenían sus compañeros, pero nunca hablaban sobre donde militaban, ellos luchaban por un mundo mejor, querían que todos pudieran estudiar, que tuvieran educación, trabajo y salud. Las Madres luchamos, caminamos, marchamos y en cada marcha cuando llegamos a la Plaza nos encontramos con ellos. Nos ponemos los pañuelos y decimos que es el abrazo que nos damos con nuestros hijos, con los 30.000, porque nosotras, las Madres de la Asociación, en un momento hicimos una reunión y decidimos sociabilizar la maternidad, por eso para nosotras están vivos, porque cobrando la reparación económica no los hacíamos vivos, por eso no la hemos cobrado, para nosotros están siempre vivos. Claro que primero llevábamos los nombres de nuestros hijos bordados en los pañuelos, yo llevaba el nombre de mi hijo y de mi nuera, había Madres que tenían muchos nombres en sus pañuelos, de hijos, yernos, nueras pero ahora llevamos sólo la consigna Aparición con vida de los desaparecidos. Desde que socializamos la maternidad no llevamos más los nombres de nuestros hijos en los pañuelos. Tampoco estamos de acuerdo con la recuperación de los restos que se puedan ubicar, porque nosotros no los hacemos muertos a nuestros hijos, ellos están vivos, por lo tanto no hablamos de muerte. Estamos luchando por la vida, y la vida vale vida, nunca vamos a hablar de muerte

Inmóvil

El universo nos mece en calma

Verso que obra

Sonido de ningún lugar



Soy un junco de la orilla. Con el río cerca me alcanza y sobra.





XVII



No hay que perder de vista el hecho tremendamente político y revolucionario de esta marcha que las Madres le plantaron a Macri el día de su asunción.

La inolvidable noche, que tuvo hasta un show espontáneo de tango en plena madrugada con el Indio Maldonado, los estudiantes del Iunma, movilizados, atentos, vigías; el laburo incansable de Audiovisuales, las charlitas con los cumpas con las viejas esperando el amanecer, un micrófono encendido para largar palabras por los parlantes e incentivar a que la gente no se durmiera ni se desmovilizara, la llegada del día con su tremendo operativo militar y después el gran desafío, aguantar los trapos y cantarle en la jeta al nuevo presidente "La plaza es de las Madres y no de los cobardes", mientras éste, provocador e insultante, hablaba y bailaba en el balcón de Perón y Evita.

La nota de color la pusieron dos mujeres del Pro pidiendo saludar a Hebe, cosa que hicieron, incluso con un pedido de disculpas de una de ellas, desmereciendo la actitud de algunos bocasucias que las habían ofendido.

Era jueves y había marcha, pero la toma de la plaza tuvo que comenzar la noche anterior porque se había advertido desde las pantallas de un canal de cable, que iban a vallar la plaza y las Madres no podrían entrar. Entonces la decisión se hizo fuego y a las diez de la noche ellas ya estaban allí

Al terminar la extensa jornada de lucha habló Hebe como titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, afirmando que las integrantes de esa entidad "no se reunirán" con el presidente Mauricio Macri, a quien calificó como "enemigo" con el que "no se puede negociar: "Desde el primer día las Madres lo calificamos a Macri como lo que pensábamos que era.

“Fuimos muy criticadas porque dijimos que era nuestro enemigo, porque era enemigo del pueblo. Abuelas y Fundadoras hicieron un comunicado contra las Madres porque ellas piensan que Macri es un tipo inteligente y que las va a recibir. Nosotros no pensamos pedirle una entrevista porque con el enemigo no se negocia.

Durante estos 12 años no hicimos la Marcha de la Resistencia porque el enemigo no estaba en la Casa de Gobierno. Pero ahora sí, volvió y nosotras también. Volvimos a marchar en esta plaza como lo hicimos contra los milicos. No podemos caminar como antes, pero estamos acá, junto a todos ustedes como siempre. Macri es prepotente como un niño caprichoso, el padre le compró hasta el título. Èl está poniendo en puestos muy delicados, en ministerios que han hecho un trabajo maravilloso, a gente totalmente incompetente, que no sabe nada. Son hombres de los negocios. Para Macri el país es un negocio. Lo va a rematar. Pero no lo tenemos que permitir, porque hasta piensa privatizar Tecnopolis, no tenemos que permitir que le cambie el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner. Nosotros vamos a seguir luchando como lo venimos haciendo y ahora con más fuerzas que nunca. Les ganamos la plaza. Tuvieron que andar por los costados y rodeados de milicos, como él" sostuvo Hebe.

Por último arengó a la gran cantidad de militantes que estuvieron desde la noche del miércoles junto a las Madres y les dijo que "Muchos me vienen a decir que no aflojemos, que sigamos, que tal o cual es hijos o familiar de desaparecido o nos vienen a contar cosas que pasan, yo les digo que; pongan el cuerpo, pongan las bolas, pongan el culo a laburar y luchar como lo hacemos nosotros hace más de 38 años. Tenemos que cuidar lo que nos dejaron Néstor y Cristina, cuidarlo y defenderlo. Pero cuidarlo de verdad, no en el café, no en la casa ni hablando por teléfono, las protestas son en las calles, en las plazas, en las veredas, con pintadas y todo lo que sabemos hacer. Macri ganó porque hay una cantidad de jueces, lo apoyaron, como la Corte Suprema, que no tiene nada de corte ni de suprema son una manga de hijos de re mil puta. Así que, compañeros, esta marcha de repudio tiene que ver con eso, repudiar a este hombre que con un grupo de asaltantes viene a llevarse la patria pero le decimos que la patria es nuestra".

Ellas, más allá de todo lo que sabemos o pensamos, son también una alegría interior, una fuerza de la naturaleza vinculada con el estado de ánimo de los elegidos.

Ojalá sigan rompiendo las pelotas por mucho tiempo y continúen enfrentando, con ese tremendo don que tienen y que es el coraje, a la vejez, a la muerte o a los enemigos, con amor, pasión y ternura revolucionaria.

Solas nunca estarán

Que lo parió



Tengo por las Madres de plaza de mayo admiración, cariño y respeto indestructibles. Es el sentimiento de quien las ha conocido bien desde adentro, el reconocimiento por haber trabajado junto a ellas, siempre desde el respeto, la entrega y durante muchos años.

Vi como en los momentos de esplendor, actores políticos, referentes culturales, psicólogos, sociólogos, periodistas, hombres y mujeres de a pié, se acercaban a las Madres, apoyando una lucha única que nunca ha cejado.

Hoy la realidad nos muestra un momento de extrema gravedad para la Asociación

Los ataques sistemáticos que reciben indican que hay una decisión muy fuerte del los poderes del estado de exterminarlas. Porque acabar con sus construcciones, con la Universidad, la radio, sus bibliotecas, el Echunhi, la editorial, la revista Ni un paso atrás etc., es demoler sus logros, luego volver a invisibilizarlas.

Escucho azorado explicaciones que van desde “tuvieron muchos errores administrativos”, hasta “para qué contraer tantas responsabilidades”. Me dan ganas de vomitar.

Las Madres nunca pidieron, siempre exigieron tener voz propia, sin intermediarios- Esa fue siempre su principal característica. Y por eso son perseguidas.

Pero no tienen un colegio de abogados que las asesore, una organización sindical que las proteja, un frente comunicacional que las sostenga, artistas que busquen fondos para sus gastos, líderes que se interesen por sus problemas y pongan el cuerpo con y junto a ellas, como ellas lo hicieron por nosotros, una y otra vez.

¿Donde está el amparo para las Madres de plaza de mayo en esta encrucijada?

Los que tienen un poquito de poder en la justicia, en los medios, en la política, en el arte: ¿Dónde están y por que no se manifiestan con énfasis, vehemencia y continua tenacidad?

Lo mío es soplar y hacer botellas. No tengo nada para mover salvo mi palabra perdida en una red. Pero muchachos, todos necesitamos darnos un baño de humildad y preguntarnos: ¿Qué puedo hacer yo por ellas? ¿Qué puerta puedo tocar? ¿Dónde debo ir para darles una mano?

Les hablo directamente a los que hacen política, a los que cobran un sueldo y tienen una banca en el congreso, a los empresarios que se dicen progresistas, a los dirigentes que manejan estructuras, a los abogados y jueces honestos, a los actores, actrices, músicos, poetas, escritores que supieron abrazarlas cuando el sol ardía, les digo: señores, indignarse no alcanza.

Las Madres están demasiado viejas para estar recibiendo todos los días un empujón hacia el abismo.

¿Vamos a permitir que se las saque del juego político solo por haber jugado con coraje cada una de sus fichas? ¿Vamos a ser cómplices de esta mierda que le están haciendo?

¿Vamos a mirar el final de las Madres por televisión?

¿O las vamos a defender y a escuchar, como manda la constitución de nuestro ser nacional?







Puedo ver cosas que no existen

Mis pesadillas son luminosas como barrios sombríos

El sol atraviesa tu sombra y mi memoria oscurece

Alguien golpea la puerta

Es un antepasado perdido en la oscuridad que pregunta por mi padre

Luz y tiniebla dice la biblia

La noche dentro del día, el día dentro de la noche

¿Qué cosa imperceptible lo envuelve todo?

Cada alma tiene una estrella en el cielo

Y su destino es encontrarse con ella cuando le llegue la hora.

Aunque no tengas recuerdos

Debes haber visto alguna vez una calle, un recodo o una tumba

Esa es la verdadera trinidad

Confía en lo que lees, sospecha de las autoridades

La policía es una burla que inventó un supersticioso y se volvió peligrosa

¿Si le rezás al diablo? ¿Pecarás?

¿Si descubrís el truco del mago? ¿Entenderás?

Leer el futuro es tan sencillo

Se puede averiguar porque está escrito en el iris de Mariana

Cuando sonríe ante los fantasmas

Es porque, como el buen querer que nos acecha, sabe que ellos existen

Amenazado por una palabra inútil

Vuelvo a ocultarme en los huecos tartamudos de una claraboya

Hasta que otra mueca vacía de superticiones vuelva a soñarnos





XVIII





Despierto atrás de un corazón que no ha venido a morir

Te escucho respirar como piedra que le habla al silencio



El pensamiento es un gusano de sed

Cuando abre las alas y vuela

Se cruza con sus pares y en el aire

Busca un pozo de agua fresca donde beber poesía

Como dice la abuela



Que maneras más curiosas de recordar tiene uno.

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