Trilogìa de la luz, opus final

Luz cenital

Hablando de pinturas negras, el cine se ha puesto de moda por aquí. Hay actores pidiendo letra y actrices bañándose en la cocina.
Nunca hubo guión, ni borrador.
Apenas la luz cenital sobre un viejo papel arrugado.
Lo escrito se reescribirá.
Tu sueños derrapan en la banquina de la vigilia. ¿Acaso importa?
Hay otra vida y está en esta. Protégela como tu sombra te proteje a ti.
El resto es un paisaje inmovil que no para de bailar. No para de bailar. Es de día, brilla el sol, está inmovil y no para de bailar.


Celina luz

Lodo diáfano del río, vamos a moldear el barro, la palabra. 
Piel de miel que cura la peste medieval del siglo XXI.  
Este sortilegio que ronda es un vandaval que suena. Esta orfebrería que canta es un silencio que estalla.  
Bety y Ofelia lo saben. 
Sus nombres evocan la celina luz orillera.                          
Escucho con nitidez una oración de sangre, un murmullo marino. Viene desde un andén vacio.     
Me pregunto si alguna vez volveremos a encontrarnos.                  
No lo tomes a mal, siempre fui de hablar poco.                  
Llega la noche y se apagan las luces del parque. Alguien sigue hamacándose en la oscuridad.


El secreto de la luz

Alejandra se pasea ahora por jardines de ensueño
un recuerdo se acerca a ella
y otro se aleja
con Paula me pasa lo mismo y con Mirtha también.
Manantial amordazado por la conjura de sus cuerpos
Transparentes, son torrentes, juglaría
fieras como espejos que dormida se llevó la noche
Mi único país vibra en la mirada de los que se fueron.
Agua de la verdad nos bebe como un lenguaje calcinado.
Mi país no tiene cuerpo, ni alma, ni habla,
se levanta en los arrabales de tambores negros
percute una chispa que explota en la árida semilla.
Es una idea desnuda, exausta, quemada y asesinada
una mujer tendida en el templo de dios padre
un hueco donde duermen los fantasmas
Veo el incio del final de una historia infinita
a través de tus ojos duros como el pan de ayer
¿Volverá a nacer la luz del mediodía?
¿Volveremos a vernos depués de las diez?
Soy un peregrino que gira alrededor de un signo
diáfano como la sombra de un desfiladero.
Mandala mental aéreo incomprendido
loca verdad encerrada en una sílaba, dos notas, tres jazmines.

Caigo en tu cuerpo, en tu presente
en tu pasado descuartizado por la lengua de la sangre
caigo en tu ausencia, en tu lejanía, en tu olvido
los aromas de tu vida son el sabor de la comida que come viento
No existe la palabra
solo hay sonidos revoloteando entre tus pasos que regresan de la desaparición
y alcanzan al relámpago
y lo hace fluir, enamorado.
La vida es una invención del silencio.

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