No es la hora



Una bruja siempre es una presencia incondicional, 
Un asfódelo, un Acantilado o una piedra
Y despertarla puede ser letal para nuestro sueño eterno
Una vieja caja de zapatos adentro del placard de cedro colorado de la Abuela
Es lo que buscamos
Ahí adentro vive la estampa que oculta el rostro de la última bruja de aquí.
Es hora de volver a darle la mano a la noche
Abrazarla, mecerla
Ella trae súbita música popular
Y el pueblo necesita escuchar su voz
El instante es enorme

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