Antes que la música


Ella esta desnuda, cautiva, con sus pezones extasiados  porque la lengua de una adolescente le sacude los labios de su primorosa vagina. Ella, quinceañera también, sabe a cloruro de magnesio en la punta de los dedos y en la boca. Pero ahora no está en el laboratorio de su padre, ahora está en el la laboratorio imaginario de la mente de Clara, quien por lo menos hasta hace diez minutos, era su mejor amiga. 
(No continuará).




PD/   Morir es la utopia de los inmortales, dormir  la de los insomnes y vivir la de dios

Comentarios

Entradas populares de este blog

Del buen amor y otras desdichas