Sentado

Estoy sentado en la puerta de una casa de la calle Arribeños
Es un domingo gris de octubre y juega river en el monumental
Pasé a visitar a un amigo pero no está
Hace 15 minutos que no puedo moverme del umbral
Solo atino a mirar el paso de algunos hinchas y el fresno preñado de atardecer que se Agita suave frente a su ventana
Pero no puedo moverme
Así que ante la rigidez de la escena
Abro mi morral, saco papel, lápiz y escribo
Mi mano se desliza en un movimiento de calderas
La caligrafía revive vidas pasadas describiendo apenas hechos presentes
Escribo sin saber porque.
Después la noche me expulsa hacia otros cordones orilleros
Donde no faltan gatos, fantasmas y sordomudos
No conozco el profundo silencio del alma
Conozco, como Van Gogh, el alma profunda del silencio
Adivino el parpadeo sobrenatural de otras voces
Que nacen en la desembocadura sin espacio
De este hades u oropel perdido en el inframundo
Que no es la eternidad
Ni nada que se le parezca
Es maleza del camino, chubascos,
Una cucha sin perro buscando incendios
Luces que a los lejos van marcando mi retorno

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