Alambras

En lo más profundo de tus aguas o desde la nube más rastrera
Te escucho respirar
En silencio
Tierra, no eres cementerio de nadie
Piedra oscura, palabra tibia y polar
Aquello que no ha venido a morir
Y ni siquiera ha venido a nacer
Ondula como inquebrantable combustión villera
Detrás de cada corazón como un incendio de sombras
Porque no tiene otro lugar

Comentarios

Entradas populares de este blog

Del buen amor y otras desdichas