El camino del dolor

Adormecer sin amordazar
El óxido opera la pinza
Y extrae el diente del perro de la noche
El paciente y el cirujano se contraen
Bailando sin moverse
El dolor ha dejado de ser una amenaza
Antisépticos de nafta desteñida
En hermosos e inesperados ácidos de hierbas
Sustituyen  la malva, el alquitrán y la codeína
No nos podemos quejar
El campo está minado de Farmacitys
Explotan por el aire restos de ensoñaciones taciturnas
Mutiladas por el plasma de la visión de un ojo
Que ya no ve, ni siente, ni percibe la niebla
Cuerpos deambulan anestesiados
La tarjeta Sube por la ranura define la grieta
Nadie estornuda sin llevarse antes a la boca un pedazo de carilina
Nadie tose
Nadie saluda
Nadie se muere
Estamos al borde de la tan deseada eternidad
Ya somos un solo cuerpo desocupado

Sin espacio, sin tiempo, sin voz.  

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