Barro


En el medio de la noche  furiosa una estaca de madera clavada en un semáforo
De la herida sangran filamentos de una lamparita roja que el viento lleva como señal del diablo
En la puerta del bingo una vieja se muere de frío y chilla
Detrás de una ventana sin cancel dos tipos cogen casi serenamente
Entonces tiro del piolín del cementerio
Para que los muertos salgan a la calle a estirar un poco las piernas
Es el recreo
Es cuando las almas pueden salir a pasear un rato porque los que chillan y
Los que cogen son pocos y desorganizados.
Yo le pido a tu recuerdo que deje de olvidarme pero se niega
Es un asunto que tenemos pendiente hace tiempo y no podemos resolver
Será cuestión de esperar que amaine el temporal
Las tormentas solares aquí son breves y no dejan secuelas
Salvo dos o tres cosechas perdidas
Y una pigmentación un poco más oscura en el agua
Hay amor
¿Por qué siempre te escribo en primavera?
¿Por qué esta evocación tan cursi mientras la ciudad avanza?
No lo se
Mi sensibilidad es agua pesada embarrando el cordón de la verdad
Escombros del asfalto donde ya no asoma tu huella
Ni rezonga el vendaval

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